https://www.youtube.com/watch?v=UX21KvwK3sQ
2021 ha sido un año “intenso” para la industria siderúrgica española. Y es que se ha caracterizado por una importante recuperación, que empezó en el último trimestre de 2020, pero esta se detuvo en los últimos tres meses del año pasado por la crisis energética.
Andrés Barceló, director general de la asociación de las empresas productoras de acero y de productos de primera transformación del acero (Unesid), ha señalado que “sin precios competitivos y estables, no sometidos a volatilidad, será difícil la descarbonización”. En el vídeo de balance de 2021, también ha subrayado que “nuestra industria es la columna vertebral de la industria española” y que sigue siendo importante defender “que haya una producción nacional de acero”. Asimismo, ha destacado que la siderúrgica “no es una industria antigua sino todo lo contrario y estamos en un proceso de transformación” (por ejemplo, ya trabaja en el papel del hidrógeno), y la “seguridad” ante el escenario Covid que ojalá pueda acabar este año.
Los futuros de la electricidad en 2022 seguirán altos “y no se ve un precio menor de 100 euros hasta el segundo trimestre de 2023”
De cara a 2022, conviene recordar que el pasado mes, Alfonso Hidalgo de Calcerrada, director de Estudios Económicos de Unesid, ya advirtió sobre la inflación, la electricidad y la energía. Por ejemplo, refirió que “la inflación, desgraciadamente, se ha activado volviendo a un nivel no visto en 29 años” y que respecto al precio de la energía, el BCE y muchas otras instituciones confían en que la subida de la sea temporal y cuando se solucionen los cuellos de botella y pase el invierno caerá, “pero algunos datos recientes invitan a pensar que esto pueda ser un ejercicio de wishful thinking (pensamiento deseoso)”.
Y es que los futuros de la electricidad en 2022 seguirán altos (340 euros por megavatio hora en el primer trimestre y 207 euros en el cuarto) “y no se ve un precio menor de 100 euros hasta el segundo trimestre de 2023. Por tanto, “la energía va a seguir influyendo mucho en los precios” y afectará también a las empresas de servicios como ha hecho ya con las industriales. Además, Hidalgo de Calcerrada señalaba que “es un shock similar o peor que el del petróleo en los años 70”.