El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, sigue sin ayudar en condiciones a Iberia
En tiempos de crisis, un país debe defender sus empresas. España lo sabe, pero no actúa de forma contundente, sino a paso tortuga y con bastante retraso, respecto a lo que hace Alemania o Francia. Un ejemplo de ello se puede ver en el sector aéreo, concretamente en Iberia, la antigua aerolínea de bandera española que hoy está integrada en el holding International Airlines Group (IAG), con sede en nuestro país.
Hasta ahora, la aerolínea que preside Luis Gallego sólo ha recibido 750 millones de euros en avales del ICO, que tendrá que devolver, de los 1.800 millones que se han otorgado a compañías de su sector. En estos, 1.800 millones también están incluidos los 260 millones que ha recibido la low cost Vueling, que también forma parte de IAG.
Alemania ha dado 9.000 millones a Lufthansa; Francia, 7.000 millones a Air France; y Países Bajos, 3.400 millones a KLM
Unas cifras muy distintas a los 9.000 millones que ha dado Alemania a Lufthansa o a los 7.000 millones que Francia ha dado a Air France o incluso a los 3.400 millones con los que Países Bajos ha ayudado a KLM. Además, conviene destacar que aún no ha empezado a repartirse el fondo de 10.000 millones que ha creado el Gobierno Sánchez para empresas estratégicas.
Eso sí, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, se atreve a decir que son las empresas las que tienen que pedir ayuda y que “todo esta funcionando a solicitud de las compañías”. Y no parece tener ningún remordimiento de la lentitud española ni del débil apoyo: “Hay países que han nacionalizado, hay países que han entrado a formar parte de la compañía y hay otros que simplemente les han dado financiación”, ha añadido. Nuestro país apuesta, sin duda, por esta última opción, porque las otras supondrían la fisión de IAG (algo que siempre sería lo último que haría).