Los bancos españoles esperan cerrar este año 2022 con unos resultados espléndidos. Lo cual es una buena noticia, que no mala, por dos razones:

1.El Sanchismo no ha comprendido que cuando un banco se quema algo suyo se quema, porque los bancos no son sólo los banqueros sino tres colectivos a tener en cuenta y entre los que no abundan los ricos, tampoco en el tercero: clientes, empleados y accionistas (hoy más bien fondistas). Por ese orden.

2.Con la subida de tipos, que va a continuar, antes o después, la banca tendrá que remunerar los depósitos de los clientes. Se resistirá hasta el último momento o, como el caso del Sabadell y Bankinter, utilizará esa remuneración para crecer en banca digital. Pero tendrá que hacerlo, forzado por la competencia, es decir, forzándose unos a otros.

España vuelve a ser tierra de promisión para los bancos. A fin de cuentas, el estilo de las entidades españolas -banca doméstica- es el que más aporta a la sociedad

Lo peor de la crisis bancaria es que se ha derrumbado la calidad en la atención al cliente.

No hay que cerrar bancos digitales, aseguraba González Bueno, hay que introducir lo digital en la banca presencial normal. En efecto, esa es la transición ordenada, no la transición chiflada que acaba cerrando sucursales (echando a los empleados mejor preparados a la prejubilación) y poniéndoselo imposible a nuestros mayores.

Pero sí es cierto que la subida de tipos ha cambiado las cosas. Ejemplo: las fusiones se enfrían en Europa ante la subida de tipos. Lo cual demuestra que se fusionaban aquellos que no tenían otro remedio que hacerlo. Aún así, Ana Botín no renuncia a comerse al BBVA si se agudizara su crisis corporativa. La del BBVA, se entiende. Y Carlos Torres parece empeñado en vivir en medio de una guerra civil y tocándole las narices al juez García-Castellón.

En paralelo, tras años de tipos bajos, España vuelve a ser la tierra de promisión para los bancos patrios. A fin de cuentas, el estilo de las entidades españolas -banca doméstica- es el que más aporta a la sociedad, el que cubre la función social de ser agente de pagos e instrumento de cobros.   

Que el dinero no valga nada no tiene sentido, porque es el instrumento liberador de deudas en el planeta tierra

Y todo ello dentro de un nuevo consenso, un regreso a la sensatez, provocada, eso sí, por la tragedia de la inflación: la convicción, cada día más amplia, de que si el dinero no vale deja de tener sentido y, lo que es peor, los tipos en negativo devalúan toda la economía. Si el dinero es gratis todo deja de tener sentido en economía, porque el dinero es el instrumento liberador de deudas en el planeta tierra.

En cualquier caso, con tipos altos no hay fusiones porque vuelve a haber margen y lo pequeño sobrevive, y con más eficacia que lo grande, cuando se impone la sensatez, no la chifladura de los tipos en negativo.

Lo que no quiere decir que doña Ana Botín deje de aspirar a hacerse con el BBVA. Ya Luis Valls, que hizo el banco más rentable del mundo, aseguraba que una fusión entre dos bancos tiene dos aspectos positivos:

Sobran la mitad de los equipos centrales de cada uno de los contrayentes y sobra una de sus sedes centrales, que puedes poner a la venta y obtener un beneficio. Por lo demás, toda fusión es un desastre indeseable... así que nadie quiere fusionarse en Europa. Los bancos paneuropeos serán bancos nacionales... por mucho que el Banco Central Europeo (BCE) desee lo contrario.