El verdadero impacto de la crisis en la morosidad bancaria lo comenzaremos a ver durante la segunda mitad de 2022, cuando expiren las moratorias y los avales públicos
La morosidad bancaria continúa a la baja y cerró el mes de julio en el 4,39%, según datos provisionales publicados este miércoles por el Banco de España. Lo cierto es que la bajada respecto a junio ha sido mínima (4,4%), pero ha servido para registrar la menor tasa desde marzo de 2009.
La crisis económica actual, provocada por las restricciones del Gobierno, no se está traduciendo en impagos, y eso es positivo. El problema es que la morosidad se está conteniendo gracias a las ayudas públicas, que terminarán en algún momento. Concretamente, se estima que la morosidad bancaria comience a repuntar a partir de marzo de 2022. Lo admite el propio Banco de España, aunque el supervisor también reconoce que ese crecimiento podría ser menor de lo esperado gracias al crecimiento de la economía.
Ya veremos. De momento, la morosidad continúa en niveles más que aceptables. También los impagos de los establecimientos financieros de crédito (EFC) que financian grandes bienes de consumo, que cerró julio en el 6,5%, la menor tasa en lo que va de año.