Cellnex continúa su transformación de modelo, centrado ahora en reducir deuda, y perdió 198 millones de euros hasta septiembre, un 22,3% menos que un año antes, cuando los números rojos alcanzaron los 255 millones. Buena señal, tras un aumento del 16% de los ingresos (3.008 millones) y un Ebitda ajustado de 2.248 millones, un 16% superior.

Significativo fue el flujo positivo de caja libre (436 millones), que contrasta con los -774 millones del año anterior. Eso sí, el giro se debió a la venta de emplazamientos en Francia. En cualquier caso, en la nota remitida este viernes, la compañía resalta el “sólido” crecimiento orgánico del 6,8% de los emplazamientos del grupo.

Por su parte, la deuda financiera neta cerró septiembre en 17.600 millones, 300 millones menos que en diciembre de 2022.

Así las cosas, la compañía anunció el pago de un dividendo de 0,04035 euros por acción, con cargo a la reserva de prima de emisión, que se hará efectivo el 23 de este mes de noviembre.

Según el CEO, Marco Patuano, el grupo va por el buen camino, y prueba de ello es el flujo de caja positivo, un hito alcanzado antes de lo previsto. Entre las operaciones más significativas está la citada venta de 2.353 emplazamientos en Francia, la venta del 49% de la participación de las filiales en Suecia y Dinamarca y el anunciado este viernes: la venta del negocio de redes privadas en Finlandia, operación que se cerrará, previsiblemente, durante el primer trimestre de 2024.

“En paralelo, Cellnex sigue evaluando la posibilidad de monetizar otros activos para cristalizar valor y acelerar el proceso para alcanzar el grado de inversión de S&P”, afirma la compañía en un comunicado.