• El presidente chino, cada día más dictador, propuso continuar las reformas para convertir al gigante asiático en una economía moderna con mayor presencia de las fuerzas del mercado.
  • "La economía real espera mejoras y hay mucho por hacer en la protección del medio ambiente", señaló.
  • Aunque se olvidó de citar las condiciones de esclavitud en las que trabajan muchos de sus compatriotas…
  • Asimismo, tendió la mano a Taiwán.
En su discurso de apertura del XIX Congreso del Partido Comunista de China, de más de tres horas ante los casi 2.300 delegados del partido que asistieron a la ceremonia, el secretario general y presidente del país, Xi Jinping (en la imagen), se refirió a la modernización de las Fuerzas Armadas y predijo que China la concluirá en 2035 y para mediados de siglo "habrá culminado la transformación integral del Ejército Popular en uno de primer orden mundial". Apuntó que sus tropas deben estar preparadas "para combatir" y "detener las guerras o ganarlas". El líder chino llegó al estrado del congreso flanqueado por sus dos predecesores en el cargo, Jiang Zemin y Hu Jintao, en un intento de simbolizar la unidad del régimen por encima de posibles rencillas entre grupos de poder en el PCCh. Así, ha pedido "reforzar al partido políticamente para que siga liderando al pueblo", para lo que, según el presidente, "deben mantener el marxismo" como ideología. ¿Para seguir persiguiendo, por ejemplo, a los cristianos? Qué peligro… También se mostró a favor de flexibilizar el acceso a la inversión extranjera, abrir los mercados y reforzar la protección de la propiedad intelectual, todas peticiones largamente expresadas por los principales socios económicos de China, como la Unión Europea y Estados Unidos. De hecho, el que "los tipos de interés y los tipos de cambio estén más basados en el mercado" fue uno de los principales puntos financieros de su alocución, recoge DW. El dirigente también advirtió de los "serios retos" a los que se enfrenta el país: "La economía real espera mejoras y hay mucho por hacer en la protección del medio ambiente", sentenció. Aunque se olvidó de citar las condiciones de esclavitud en las que trabajan muchos de sus compatriotas… Con respecto a Taiwán, Xi tendió la mano al territorio separado unilateralmente de China en 1949, al asegurar que "respeta su sistema social actual y el estilo de vida de nuestros compatriotas allí". Sin embargo, recalcó que ambos estados podrán dialogar "siempre que se reconozcan los hechos históricos del Consenso de 1992", que instituyó el principio de "una sola China" y no es admitido por la actual presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com