Francisco Serrano, cabeza de lista de Vox en Andalucía, exjuez perseguido de forma infame por el feminismo montaraz, ha decidido cogerse un mes de baja por el linchamiento político y mediático al que se ha visto sometido tras sus comentarios a la sentencia del Tribunal Supremo sobre la Manada.

Su compañero, Alejandro Hernández, incluso amenaza con sanciones y desde Madrid, la cúpula de Vox, Santiago Abascal, también le ha ‘reñido’.

A Serrano se le acusa de haber utilizado la prostitución como argumento pero se oculta su repulsión hacia la bestialidad de los miembros de La Manada

Veamos: Serrano no merece una reprimenda moral sino una clase de retórica. Cuando aseguró que, a este paso, las únicas relacione sexuales seguras para un varón sería la prostitución lo que quiso decir es que muchas mujeres degeneradas –que también las hay- mienten sobre su actitud y sus pretensiones sexuales. Cierto, pero lo dijo en el peor momento y de la peor manera.

Ante la cerrazón feminista, señor Serrano, de nada sirve argumentar. De nada sirve, por ejemplo, que el juez Serrano haya dejado claro el desprecio que siente por los cinco de la Manada, cinco varones que someten a un trato vejatorio –sería vejatorio aunque fuera consentido- a una casi adolescente. Solo el cobarde ‘cinco contra una’ le produce un vomitivo reconcomio interior a Serrano, como me lo produce a mí. Por eso se oculta y la dirección de Vox lo ignora.

La sentencia del Supremo sobre la Manada estuvo influida por el ambiente. ¿Es que alguien lo duda? Entonces, ¿a qué tanto escándalo?

Ahora bien, no es eso lo que se dictaminaba en el caso de la manada ni lo que les preocupaba a las feministas.

Lo otro que dijo Serano sobe la sentencia del Supremo es que estuvo influida por el ambiente. ¿Es que alguien lo duda? Entonces, ¿a qué tanto escándalo, también en las filas de Vox?

En resumen, ¿Serrano ha sido inoportuno? Sí. ¿Y ha puesto un ejemplo, el de la prostitución, que no debió poner por no ser un buen ejemplo y por resultar una hipérbole? También. Ahora bien, ¿Serrano ha mentido? No, ha puesto el dedo en la llaga. Y sabe de lo que habla: es un juez perseguido por la gran mentira feminista, que pasó a resumir así: la mujer es un ángel y el varón un demonio.

Vox puede convertirse en un partido donde los patriotas sin poso manden más que los cristianos con seso

Y ahora le llega el turno a Abascal, que no todo puede quedarse en ETA, don Santiago: a día de hoy, hay que ser más valiente para defender en publico los principios cristianos que para cruzar a nado la Bahía de Gibraltar. Un principio cristiano es que las relaciones sexuales entre dos seres racionales –varón y mujer- tienen que ser libres pero no banales. El sexo es libre pero exigente, no una frivolidad. Para defender ese principio cristiano se necesita mucho más coraje que para colocar la bandera de España en el Peñón.

Para entendernos, si Santiago Abascal y Ortega Smith, si usted condena al juez Serrano será porque Vox empieza a desmayar en la defensa de sus principios. Y entonces ocurrirá que Vox se convertirá en un partido del sistema, es decir políticamente correcto, es decir, otra formación progre. De derechas, sí, pero progre, donde los patriotas sin poso mandan más que los cristianos con seso.

Usted, señor Abascal, no se juega su futuro en el ardor con el que defienda la unidad de España sino en el ardor con el que defienda los principios cristianos que constituyen la esencia de esa unidad de España. Y si no, Vox acabará como el Partido Popular, en el cual… ni sus propios directivos saben dónde están.