Comparece ante los medios Rocío Monasterio, candidata de Vox a presidir la Comunidad de Madrid, tras la ruptura anunciada el martes pasado con el PP y Ciudadanos. Durante su intervención, ha detallado las líneas rojas de las que dependerán los futuros pactos que firme con otros partidos, basadas en tres condiciones de negociación -respeto con los votantes, compromiso enfocado a firmar un programa único y lealtad para cumplir con lo que se firma- y tres principios para un acuerdo. Asimismo, ha aclarado que las medidas se tratan de un "marco de negociación", ya que "las tres partes tienen que salir contentas".

El primero de los principios tiene que ver con la prosperidad y se materializaría en las siguientes propuestas: una eliminación o bajada de impuestos sin elevar la deuda, pasar a examen las subvenciones hechas en los últimos años y suprimir las financiaciones a chiringuitos, entes públicos, sindicatos, patronales o empresas públicas dependientes de la Comunidad de Madrid "con carácter ideológico o que supongan una duplicidad de competencias". Asimismo recalca un incremento de los recursos para Sanidad y Educación. Por cierto, al finalizar este apartado puntualiza otra exigencia: "crear una consejería de familia y de natalidad para revertir el invierno demográfico" y "apoyar la maternidad".

El partido insiste en apostar por la inmigración regulada y propone al "suprimir ayudas a los inmigrantes ilegales

La libertad de educación y de pensamiento es el segundo, y en el que más ha incidido Monasterio. Ha destacado el "derecho de los padres" a elegir la educación que quieran darle a sus hijos, pudiendo "excluir a los hijos de aquella actividad aquella actividad que sea contraria a sus convicciones", como defiende el artículo 27.3 de la Constitución; al contrario de lo que busca la izquierda, que quiere imponer la ‘educación’ a los niños, desde los seis años, sobre la diversidad afectivo-sexual, por medio de la asignatura obligatoria de Valores Cívicos y Éticos. También ha pedido la supresión de los artículos de la Ley 2/2016, de 29 de marzo, de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación y de la Ley 2/2016, de 22 de julio, de Protección Integral contra la LGTBifobia y la Discriminación por Razón de Orientación Sexual. No obstante, no ha hecho referencia a la medida estrella el partido: el cheque escolar.

Por último, la legalidad. A lo largo de este principio afirmaba que hay que dedicar "especial atención a inmigrantes". Así, el partido busca terminar con el "turismo sanitario", "la ilegalización de mafias relacionadas con el tráfico de personas" y, la medida más polémica, criticada por los progres: apostar por la inmigración regulada al "suprimir ayudas a los inmigrantes ilegales y a aquellas asociaciones que promuevan la inmigración ilegal".

Y desde la izquierda, poco tardaban reaccionar. Aparecía Íñigo Errejón ante los medios calificando a Vox de "retrógrado" en varias ocasiones. Siguiendo una línea victimista frente a la ultraderecha, ha afirmado que hay sumas que consiguen la mayoría absoluta, en concreto, la de Más Madrid... con Ciudadanos, a quien ha aprovechado para "tender la mano".