Volkswagen reta a Donald Trump (en concreto, a su guerra comercial, que ahora está en stand-by por el coronavirus) y a Tesla. Y es que ha invertido 2.100 millones de euros en China para aumentar su posición en vehículos eléctricos, con el objetivo de vender 1,5 millones de unidades de nueva energía (eléctricos, híbridos enchufables y con células de combustible de hidrógeno) en el principal mercado del mundo en 2025.

El grupo automovilístico alemán ha aprovechado que el gigante asiático ha levantado la prohibición de 2018 que restringía al 50% la propiedad de empresas del sector. El CEO del grupo, Herbert Diess, ha señalado que “de la mano de socios fuertes y fiables, Volkswagen está reforzando su estrategia de electrificación en China”. Por su parte, el CEO de Volkswagen Group China, Stephan  Wöllenstein, ha añadido: “Estoy encantando con este hito estratégico para nuestras mutuas relaciones de confianza. Volkswagen adopta por primera vez un rol estratégico en una compañía estatal, e invierte directamente en un proveedor de baterías chino. Estas inversiones dan forma al carácter de Volkswagen China, haciendo de esta una compañía de movilidad más local y más enfocada a la sostenibilidad. Con la apertura del mercado, China está dando nuevas oportunidades de negocio a Volkswagen”. 

En concreto, destinará 1.000 millones a comprar el 50% de la empresa china Anhui Jianghuai Automobile (JAC Motors) -que tiene capital estatal, por supuesto- y eleva su participación en la empresa de vehículos eléctricos que ya tenía con JAC, pasando del 50% al 75%.

Volkswagen espera vender 1,5 millones de vehículos de nueva energía (eléctricos, híbridos enchufables y con células de combustible de hidrógeno) en el gigante asiático, el principal mercado mundial, en 2025

Otros 1.100 millones se invertirán en adquirir el 26% del fabricante chino de baterías Gotion High-tech, convirtiéndose en su principal accionista. Además, Volkswagen mantiene empresas conjuntas con la estatal China FAW Group y SAIC Motor, y el pasado septiembre lanzó la marca Jetta, de la que ya ha vendido 81.000 unidades (unas 38.000 en lo que va de año, a pesar del coronavirus).

Tesla lleva cierta ventaja a los fabricantes automovilísticos tradicionales, pues su origen están en el vehículo eléctrico, y también ha visto el enorme potencial de China. De hecho, ya lleva desde el pasado septiembre, ensamblando el Model 3 en su gigafactoría de Shanghai. El fabricante estadounidense que dirige Elon Musk ya tiene una cuota de mercado del 12% en China, mientras la de Volkswagen es del 8%, según los datos correspondientes a abril que recoge la web especializada Híbridos y Eléctricos.