Ford y Volkswagen han anunciado que están en negociaciones para que el gigante alemán pueda fabricar sus modelos en algunas plantas de la firma americana en Estados Unidos, un movimiento con cálculo para sortear a Trump, que ha endurecido su discurso contra el automóvil europeo. El presidente podría elevar el arancel del 2,5% actual al 25%, precisamente con ese propósito: que fabriquen sus coches en USA.

Volkswagen fabrica en ese país camionetas y vehículos medianos, en su planta en Chattanooga (Tennessee), pero trae de Alemania el resto de automóviles. Es la práctica habitual de otros fabricantes europeos.

La posible alianza con Ford la ha confirmado también el propio presidente de VW, Herbert Diess (en la imagen) después de una reunión en la Casa Blanca con Trump, para limar asperezas. Y posteriormente han señalado lo mismo Jim Hackett y Bill Ford, consejero delegado y presidente de la compañía americana.

VW se plantea también construir una nueva planta en EEUU para vehículos eléctricos

El cálculo de VW se extiende además a la posible construcción de una nueva planta en EEUU para fabricar vehículos eléctricos, su gran apuesta de futuro, con inversiones en marcha de 32.000 millones de euros.

Ahora bien, negociaciones de VW pueden ayudar a paliar, en paralelo, la situación del fabricante, y del todo el sector, en Europa, donde las ventas se reducen por la situación económica. Un cuadro crítico, en fin, en el que también influye la ralentización de China.

El acuerdo de Ford y Volkswagen daría un paso más a otro previsto, con la incorporación del fabricante alemán a Argo, la empresa creada por Ford para el desarrollo del coche eléctrico y conducción autónoma. Comparten ese reto, como el resto del sector, y cualquier alianza para sumar fuerzas es positiva.