• En Telecom Italia ha pagado 4.200 millones por el 24%, que vale 1.300 millones menos.
  • Pero a ese golpe puede llegar otro mayor, tras decir, hace un mes, que no controla la teleco y después lo contrario.
  • El Gobierno prepara el terreno para ejercer el derecho de veto mediante la acción de oro.
  • Tampoco le salió bien el asalto a Mediaset, bloqueado hace un año por Berlusconi, y ahora corre la misma suerte.
  • Roma baraja también partir Telecom Italia en dos compañías: una propietaria de la red y la otra de los servicios comerciales.
Donde dije digo, digo Diego. Es lo que le ha ocurrido a Vivendi en Italia, que en menos de un mes ha cambiado su versión sobre el control de facto que ejerce sobre Telecom Italia, lo cual complica en exceso los planes del magnate francés Vincent Bolloré (en la imagen) que manda en Vivendi con un 20,65%. A principios de agosto lo negó y a finales de la semana pasada lo reconoció. El problema de ese cambio no es otro que la multa que le puede caer encima, unos 300 millones de euros (el 1% de la capitalización bursátil), por no decir la verdad. Pero espera un golpe mayor si el Gobierno activa el poder de veto, mediante la golden share. Lo recordó este domingo el ministro de Industria, Carlo Calenda. El Ejecutivo puede hacerlo porque Telecom Italia es un activo estratégico. El diario Il Sole 24 Ore se hace eco este lunes, en ese sentido, de lo escaldado que puede salir Bolloré de su campaña italiana, con pérdidas de 1.500 millones. El grupo francés ha pagado 4.200 millones por el 24% en la teleco y el valor en bolsa descubre unas pérdidas de 1.300 millones, que se suman a los otros 200 millones por la cotización de Mediaset, donde invirtió 1.250 millones. En el caso de Telecom hay otro problema, como destacan los analistas del Sabadell: el impacto en la deuda para el grupo francés, que tendría que consolidar la deuda de la italiana (25.000 millones), pero no como hasta ahora, por la puesta en equivalencia de su participación, del 24%. El diario La Repubblica habla de multa, mientras Il Sole se refiere a una negociación entre bastidores y ha señalado que podría conducir a la partición de Telecom Italia en dos compañías: una propietaria de la red y la otra de los servicios comerciales. Otro diario, Corriere della Sera, ha informado de otra polémica, que podría saldarse a favor del grupo francés. Nos referimos al polémico nombramiento de Amos Genish (que procede directamente de Vivendi) como consejero delegado de Telecom Italia. Fue nombrado en julio, y supuso el despido de Flavio Cattaneo. En cualquier caso, el Consejo de Telecom Italia se reúne el próximo 28 y para entonces se sabrá lo que haya decidido el Gobierno italiano, que se reúne el día 25. Del fondo en el choque del Gobierno italiano con Vivendi por el control de Telecom Italia, como ya informamos, tiene su origen en la decisión de Macron de nacionalizar temporalmente el astillero francés STX para que no cayera en manos de la italiana Fincantieri. El otro problema de Vivendi en Italia tiene también nombre de empresa: Mediaset, donde tiene un 29%. En este caso, la reacción de Fininvest, el holding de Berlusconi, fue contundente para evitar que Vivendi se hiciera con el control: presentó dos denuncias por presunta manipulación de mercado y aumentó su participación del 34% al 40%. Pero eso forma parte de otro sueño de Vincent Bolloré, el de crear el mayor grupo audiovisual del sur de Europa, para lo que acercó posiciones con Telefónica. Bolloré manda, no sólo en Vivendi; también en Havas, el gigante publicitario, es propietario de Universal Music Group, el  Canal francés de pago y cuenta con presencia en el negocio de videojuegos (25% de Ubisoft). Rafael Esparza