Ferroglobe perdió 67,4 millones de dólares (55,4 millones de euros) en el primer trimestre del año, un 40,6% más que hace un año, cuando perdió 39 millones de euros. El trimestre, sin embargo, fue positivo, ya que registró un aumento del 16,1% de la facturación, hasta los 297 millones de euros, y un crecimiento muy significativo del Ebitda, que alcanzó los 18 millones de euros frente las pérdidas de 14,5 millones de marzo de 2020.

La compañía, productora de silicio metal y ferroaleaciones, controlada por Grupo Villar Mir (53% del capital) y presidida por Javier López Madrid, redujo asimismo la deuda, que pasó de 374 millones de euros a 345 millones. El consejero delegado, Marco Levi, que fue nombrado en enero de 2020 en sustitución de Pedro Larrea, ve brotes verdes: “Los resultados del primer trimestre reflejan un punto de inflexión para nuestro negocio que se sustenta en fundamentos sólidos de oferta y demanda en todos los productos de nuestra cartera”, afirmó.

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En España, la compañía afronta ajustes en algunas de sus plantas -por ejemplo, en la de Monzón, con la salida de 42 empleados de los 140 que tiene- mientras aguarda la decisión del Gobierno acerca de la ayuda de 400 millones de euros solicitada por Grupo Villar Mir. Y no menos importante es el riesgo reputacional que supone en EE.UU. el hecho de que López Madrid esté imputado por la presunta contratación de Villarejo. En Globe Specialty Metals (GSM), socio de Villar Mir en la compañía (43% de Ferroglobe) siguen muy de cerca las novedades del caso y, llegado el caso, no dudarán en exigir la dimisión de López Madrid. No sería la primera vez que lo hacen.