Ibercaja quiere seguir independiente. Puede hacerlo y lo va a conseguir. Así de claro. El único gran paso que va a dar la entidad en los próximos meses será la colocación en bolsa de cerca del 40% del capital. No lo hace por voluntad propia, sino para cumplir la normativa del sector que exige a las fundaciones bancarias reducir por debajo del 50% su participación en los bancos de los que son propietarios. En este caso, la Fundación Bancaria Ibercaja posee el 87,8% de Ibercaja. La salida a bolsa, prevista para primavera, se retrasará hasta que el mercado no presente mejor cara. Dar el salto al parqué en estos momentos sería una ruina y, además, Ibercaja tiene tiempo hasta diciembre de 2020.

Salir a bolsa, sí, pero ni hablar de fusiones en esta nueva remesa iniciada por Unicaja y Liberbank o, peor todavía, de ser absorbida. Así lo manifestó el CEO de la entidad en una entrevista publicada el lunes en Expansión. En definitiva, Ibercaja seguirá independiente a pesar del nuevo retraso del BCE para subir los tipos de interés. Da igual, según Iglesias, Ibercaja tiene capacidad suficiente para afrontar la situación, fundamentalmente gracias a la gestión de activos fuera de balance, principalmente, seguros y fondos. Por supuesto, todo ello acompañado de una mayor reducción de costes y una venta más ágil de activos adjudicados.

El mensaje de Iglesias no deja lugar a dudas y cierra la puerta a Caixabank, como ya se la cerró en su día al BBVA. Ibercaja no será absorbida, pero tampoco participará en los procesos de fusión entre iguales que promocionan desde el Banco de España y del BCE. ¡No pasarán!