• El contexto del viaje es el complicado momento que atraviesan las negociaciones de Atenas con sus socios europeos acerca de la deuda griega.
  • Y a eso se añaden las sanciones que la UE ha impuesto a Rusia por su política invasiva respecto a Ucrania.
  • Grecia intenta así presionar al BCE y a Europa para que le preste más dinero porque, si no, está dispuesta a romper la unidad del embargo de la UE a Rusia.
  • Y los rusos, mientras, encantados con todo esto.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha viajado hoy miércoles a Moscú con el objetivo de fortalecer las relaciones entre los dos países. Allí se encontrará con el presidente ruso, Vladimir Putin (ambos en la imagen).

El contexto del viaje es, en primer lugar, el complicado momento que atraviesan las negociaciones de Atenas con sus socios europeos acerca de la deuda griega; y, en segundo lugar, las sanciones que la UE ha impuesto a Rusia por su política invasiva respecto a Ucrania.

Sobre el primer punto, el actual problema de Grecia es el mucho dinero que debe a Europa y el poco dinero del que dispone para pagar sus deudas. Atenas está intentando que el BCE le preste más dinero, pero el organismo se niega si no acomete una serie de reformas.

Y sobre el segundo aspecto, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ya ha advertido a Tsipras antes de la visita de que no rompiera con la línea de sanciones de la UE respecto a Rusia debido a su papel en la crisis de Ucrania. Y es que las negociaciones del primer ministro griego en Moscú son vistas con mucho recelo por la Unión Europea, que teme que se rompa la unidad comunitaria frente a Rusia.

Por todo ello, este viaje de Tsipras a Rusia cabe interpretarlo como un intento de presión al BCE y a Europa para que le preste más dinero porque, si no, Grecia está dispuesta a romper la unidad del embargo de la UE a Rusia.

Y las declaraciones del ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, asegurando que no habrá menoscabo para Europa y tampoco solicitud de créditos a Rusia, también caben ser interpretadas como 'vaselina' para que el órdago de Tsipras a la UE no escueza tanto...

Por su parte, el Ministerio de Agricultura de Rusia ha dicho que Moscú se planteaba borrar a Grecia, Hungría y Chipre, todos ellos con vínculos o gobiernos simpatizantes del régimen de Putin, de la lista de países vetados para las importaciones de productos alimenticios, como represalia por las sanciones a Occidente, castigo debido a la guerra de Ucrania. Así que los rusos, encantados con la postura griega...

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com