• El secretario de Estado estadounidense explica cuándo es válida esa intervención: "Cuando las cosas están mal y los políticos ya no sirven al pueblo".
  • Eso sí: insistió en que el Gobierno del presidente Donald Trump no promueve un "cambio de régimen" en Venezuela, pero predijo que habrá "un cambio" en el país.
  • Destacó que sería "más fácil" si Maduro decidiera dejar el poder por su propia cuenta, ya que "estoy seguro de que tiene algunos amigos en Cuba que le darán una linda casa en la playa".
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson (en la imagen), no se corta y planteó el jueves la posibilidad de que militares venezolanos decidan derrocar al presidente Nicolás Maduro, pero no ofreció evidencias de que Estados Unidos tenga información de inteligencia que respalde esa idea, informa Reuters. "En la historia de Venezuela y los países de América del Sur, muchas veces los militares son agentes de cambio cuando las cosas están muy mal y los líderes ya no pueden servir al pueblo", sostuvo. "Si este será el caso o no, no lo sé". En un discurso en la Universidad de Texas en Austin antes de un viaje a México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, insistió en que el Gobierno del presidente Donald Trump no promueve un "cambio de régimen" en Venezuela, pero destacó que sería "más fácil" si Maduro decidiera dejar el poder por su propia cuenta. Tillerson predijo que habrá "un cambio" en Venezuela y destacó que Estados Unidos, cuyas relaciones con el gobierno socialista en Caracas se han deteriorado sostenidamente, desea que sea pacífico. "No hemos abogado por el cambio de régimen o la destitución del presidente Maduro. Hemos abogado por que vuelvan a la Constitución", dijo Tillerson cuando se le preguntó si la destitución del venezolano era necesaria o si Estados Unidos jugaría un papel en ella. El secretario de Estado sostuvo que si las cosas se ponen complicadas para el mandatario venezolano, "estoy seguro de que tiene algunos amigos en Cuba que le darán una linda casa en la playa". "Los venezolanos mueren de hambre, el saqueo es común y los enfermos no reciben atención médica que necesitan. El pueblo venezolano sufre por un régimen corrupto que roba a su propio pueblo", afirmó el secretario de Estado. Estados Unidos y otros gobiernos occidentales acusan a la administración de Maduro de violar los derechos humanos y políticos en Venezuela y han impuesto sanciones económicas contra el país petrolero. La aprobación de Maduro ha caído a mínimos por la golpeada economía, una inflación rampante y la escasez de productos básicos, camino a los comicios presidenciales antes de mayo en los que buscará la reelección. Los críticos de Maduro, quien sucedió al fallecido Hugo Chávez en 2013, dicen que el presidente ha arruinado la economía y alteró el sistema electoral para perpetuarse en el poder con el Partido Socialista. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com