El dictador Nicolás Maduro volvió este lunes a rechazar apoyo humanitario para Venezuela en medio de la severa crisis económica que ha ocasionado escasez de alimentos y medicinas y dijo que la oposición, que impulsa esta asistencia con otros países, necesita "ayuda mental”. "A Venezuela no se le puede hacer una promesa falsa de una supuesta ayuda humanitaria, a Venezuela hay que convocarla al trabajo, a la producción, al crecimiento de nuestra economía, no somos mendigos de nadie", manifestó en un acto con militares en el estado de Aragua (norte).

La Comisión Especial de Seguimiento para la Ayuda Humanitaria de la Asamblea Nacional de Venezuela cuenta con que el primero de los envíos, proveniente de Estados Unidos, Colombia, Canadá y empresas privadas venezolanas en Colombia, salga este fin de semana de la ciudad fronteriza de Cúcuta. "Así, el Grupo de Lima responde a una necesidad urgente”, prosigue dice a DW Roberto Cajamarca, exdiplomático colombo-peruano en Venezuela, "pero la ayuda humanitaria desde el exterior busca, al mismo tiempo, propiciar un quiebre de la cadena de mando dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Si los militares dejan entrar la ayuda, significa entrar en desobediencia con las instrucciones del presidente Nicolás Maduro. Y si no permiten su paso, los militares tendrán que explicar por qué impiden una ayuda que, a todas luces, es necesaria para toda la población”.

Si los militares dejan entrar la ayuda, significa entrar en desobediencia con las instrucciones del presidente Nicolás Maduro

En estas circunstancias, Nicolás Maduro ha explicado que ha solicitado la mediación del Papa Francisco: "He enviado una carta al Papa Francisco, espero que esté llegando o que ya esté en Roma, en el Vaticano, diciendo que yo estoy al servicio de la causa de Cristo. Y con este espíritu le he pedido ayuda en un proceso de facilitación y de reforzamiento del diálogo". "Esperamos una respuesta positiva", añadió Maduro, que no es la primera vez que solicita la mediación del Sumo Pontífice en la crisis política que vive su país.

Pero la Iglesia, al menos la venezolana, no parece estar muy por la labor. En un comunicado conjunto, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), la Confederación de Religiosos y Religiosas de Venezuela y el Consejo Nacional de Laicos, exigieron a los organismos del Estado convocar a “elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático”, permitir el ingreso de ayuda humanitaria al país y detener la represión contra los ciudadanos, recoge Aciprensa.

El texto emitido este 4 de febrero sostiene que el pueblo venezolano, ante la “dolorosa situación de injusticia y sufrimiento”, está en la búsqueda de una transición “pacífica y transparente” que lleve a “elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático y lograr la recuperación del Estado de Derecho, la reconstrucción del tejido social, la producción económica, la moral en el país y el reencuentro de todos los venezolanos”.

Además del pedido de nuevas elecciones, la Iglesia solicita que se concedan los permisos necesarios para disponer de la ayuda humanitaria

El comunicado precisa que esa “ruta de transición hacia un proceso electoral” debe hacerse “de forma pacífica y con los instrumentos presentes en la Constitución Nacional” para evitar más sufrimientos.

“En este momento crucial de la historia patria, invitamos a todo el pueblo venezolano a dar lo mejor de sí, cada uno en su ámbito de trabajo y acción, para que desde la unidad, la solidaridad y la responsabilidad ética, con un espíritu distendido, busquemos el bien común y trabajemos sin descanso en la reconstrucción de la democracia y de la patria entera, evitando el derramamiento de sangre”, agregan.

Además del pedido de nuevas elecciones, la Iglesia solicita que se concedan “los permisos necesarios para disponer de la ayuda humanitaria como un medio para mitigar el impacto de la crisis sobre la gente más vulnerable”.

Cáritas de Venezuela y las diversas instituciones de promoción social de la Iglesia con un extenso alcance en todo el territorio nacional, nos comprometemos a continuar el servicio que venimos realizando con equidad, inclusión, transparencia y efectividad”, precisa el texto. Por otra parte, el comunicado enfatiza que es “moralmente inaceptable la creciente represión por motivos políticos, la violación de los Derechos Humanos y las detenciones arbitrarias y selectivas”.

Confiemos en el Dios de la historia, Él es el Dios de la salvación en Jesús liberador que nos dice: ‘no tengan miedo, yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo’

Por tal motivo, los líderes de la Iglesia exigieron “a los organismos de seguridad del Estado que no sigan reprimiendo a sus hermanos venezolanos y asuman su verdadera responsabilidad de proteger al pueblo en toda circunstancia, particularmente cuando ejerzan el derecho a la protesta pacífica”.

Asimismo, recordaron al Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo que deben cumplir con sus deberes y hacer que se acaben los abusos, “particularmente lo que se refiere a las detenciones de menores de edad”.

Finalmente, en el comunicado conjunto se invita al pueblo a participar en la Eucaristía del domingo 10 de febrero y así “orar en todos los templos, casas y comunidades, pidiéndole al Señor nos conceda la paz, la reconciliación, la libertad y la salud espiritual y corporal”.

Confiemos en el Dios de la historia, Él es el Dios de la salvación en Jesús liberador que nos dice: ‘no tengan miedo, yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo’. Que María de Coromoto, nuestra patrona nacional, nos acompañe siempre como pueblo”, concluye el texto.