El capitán de corbeta venezolano Rafael Acosta Arévalo murió el sábado pasado tras ser torturado por agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). A esa conclusión llegó la autopsia que le fue practicada y que publicó este martes el periodista Eligio Rojas, recoge Infobae.

El comunicador, citado por el periódico El Nacional, dio a conocer parte del informe de la autopsia al cuerpo de Acosta Arévalo. En la información que Rojas compartió en su cuenta de Twitter, se determina que la causa de la muerte fue "edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda, debido a rabdomiólisis por politraumatismo generalizado".

El citado diario publicó que, luego de conocerse el informe, distintos periodistas e integrantes de ONG reafirmaron que Arévalo fue asesinado bajo tortura.

"Rabdomiólisis: síndrome de necrosis muscular que presentan las víctimas de terremotos, bombardeos, derrumbes de edificios. Es decir, que el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo fue literalmente aplastado", subrayó la periodista Lisseth Boon.

Rabdomiólisis: síndrome de necrosis muscular que presentan las víctimas de terremotos, bombardeos, derrumbes de edificios. Es decir, que el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo fue literalmente aplastado", subrayó la periodista Lisseth Boon

En tanto, la presidenta de Control Ciudadano, Rocío San Miguel, acotó que -con el informe publicado- el delito de los presuntos autores debe cambiar. "Ya es oficial: el capitán Rafael Acosta Arévalo fue brutalmente torturado hasta ocasionarle la muerte. La rabdomiólisis tiene entre sus causas el aplastamiento, la tortura, traumatismos y electroestimulación. Con este informe debe cambiar el delito imputado a los presuntos autores", expresó San Miguel.

La abogada Tamara Sujú, representante diplomática de Venezuela ante República Checa, activista por los derechos humanos y quien el sábado dio a conocer la noticia, recalcó que la tortura tiene "cadena de mando".

El pasado 22 de junio, Waleska Pérez, esposa del militar asesinado, denunció la desaparición física de su marido y contó que había hablado con él por última vez a las 14:00 del día anterior, mientras se encontraba en una "reunión personal" en Guatire, estado Miranda.

Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, se pronunció sobre este crimen apenas se conoció públicamente: "No hay palabras para describir este abominable hecho. Hemos establecido contacto inmediato con la familia y la comisión de la ONU en Venezuela. He girado instrucciones a embajadores y al equipo internacional para elevar la denuncia a Gobiernos y especialmente a la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet".

Un informe de la OEA presentado el viernes denuncia que tras el fallido levantamiento militar del pasado 30 de abril promovido por el jefe del Parlamento, Guaidó, quien es reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, fueron detenidas 327 personas en dos días.

Y en el entretanto, el gobierno Sánchez calla.