En la SER, el ministro de Asuntos Exteriores Josep Borrell ha contado que se ha comprometido con Estados Unidos a estudiar la acogida de destacados dirigentes chavistas en el caso de que deserten del régimen: "El secretario de Estado, el señor Pompeo, tenía la preocupación de saber si, en el caso de que algunas personas y sus familiares quisieran abandonar Venezuela, podrían ser acogidos en algunos de los países que han reconocido al presidente Guaidó".

El gobierno español respondió que estudiaría la propuesta pero de momento no se ha concretado nada: «El planteamiento no se concretó nada y no se refirió personalmente a nadie», ha dicho Borrell.

El ministro de Asuntos Exteriores ha añadido que la situación en Venezuela está cada día peor. El sistema eléctrico lleva varios días caído en gran parte del país y pronto puede haber problemas con el suministro del agua. El régimen de Maduro lo achaca a sabotajes pero Borrell cree que tiene que ver con que "se encuentra en un estado muy deteriorado por falta de mantenimiento": "Hay un problema de fondo de la propia red y su capacidad de funcionar, en eso sí podríamos ayudar nosotros”.

"Les hago un llamado a los colectivos, a todos, llegó la hora de la resistencia activa", dijo el dictador Maduro

Pero el dictador venezolano, Nicolás Maduro, sigue a lo suyo y ayer advirtió que llegó la "hora de la resistencia activa", para lo cual pidió el apoyo de todas sus organizaciones populares, tras el apagón que dura ya cuatro días y que atribuye a un ataque de Estados Unidos, recoge Infobae.

"Les hago un llamado a los colectivos, a todos, llegó la hora de la resistencia activa", dijo Maduro, en una alocución en cadena de radio y televisión, la noche del lunes.

Los colectivos son organizaciones comunitarias de los que, según la oposición, algunos han sido armados por el gobierno y actúan como milicias paramilitares.

Su llamamiento se produce un día antes de protestas convocadas en todo el país por el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países encabezados por Estados Unidos, para expresar el descontento por el apagón más grave que haya sufrido el país.