La dictadura de Nicolás Maduro ha convocado a los venezolanos a las urnas el próximo 6 de diciembre para renovar la Asamblea venezolana, que está en manos de la oposición desde los comicios del 6 de diciembre de 2015.

La oposición, liderada por Juan Guaidó, se niega a participar en esos comicios alegando un futuro fraude electoral.

Igualmente, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) reiteró que los comicios agravarán la crisis: “Ratificamos lo que anteriormente señaláramos al decir que el evento electoral convocado para el próximo 6 de diciembre, lejos de contribuir a la solución democrática de la situación política que hoy vivimos tiende a agravarla”. Además, subrayan que estos comicios “no ayudarán a resolver los verdaderos problemas del pueblo”, recoge Infocatólica de Aica.

El pueblo venezolano anhela ciertamente un cambio pacífico de la situación, para lo cual quiere expresarse con el voto, en condiciones justas, equitativas y de igualdad para las partes

“El pueblo venezolano anhela ciertamente un cambio pacífico de la situación, para lo cual quiere expresarse con el voto, en condiciones justas, equitativas y de igualdad para las partes”, añaden los obispos venezolanos.

Por su parte, en la COPE, un analista de la Universidad Católica,  Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica de Caracas, ha vaticinado que el domingo 6 de diciembre habrá  una abstención del 70% de la población. “Un 70 por ciento de la población va a decir: yo no reconozco a la nueva Asamblea Nacional”. Y es que, denuncia: “Las elecciones en Venezuela no permiten a la gente elegir”.

Explica que en estos comicios “falta legitimidad, al estar cuestionado el proceso también están cuestionados los resultados, y estamos ante unas elecciones que no permiten a la gente elegir”.

Sobre la posibilidad de que se falseen los datos de las elecciones del domingo, el analista político venezolano afirma que “el Consejo Nacional Electoral puede hacer casi cualquier cosa, está subordinado al gobierno de Maduro, no hay ninguna confianza en su imparcialidad, y al no haber testigos, al no haber observación internacional, los únicos que están viendo lo que pasa en las mesas son los partidos que participan”.

Quizá por todo ello, el número 2 de la dictadura, Diosdado Cabello, instaba a la gente a votar de esta guisa: “El que no vota no come”.