La farmacéutica AstraZeneca ha decidido interrumpir un ensayo clínico para lograr una vacuna contra la COVID-19, porque uno de los participantes sufre "una enfermedad potencialmente inexplicable", según ha informado un portavoz de la compañía a medios de comunicación estadounidenses, recoge RTVE.

Los cálculos más optimistas de los expertos indican que no habrá ninguna vacuna viable ni eficaz antes de 12 o 18 meses. El proceso se está acelerando al máximo, pero hay fases que no pueden ser más rápidas, y requieren de meses de pruebas. Y es que, en condiciones normales, el desarrollo de una vacuna se extiende durante varios años e incluso décadas, recuerda también RTVE.

En agosto la Unión Europea (UE) adquirió 300 millones de dosis de esta vacuna para repartir entre los países miembros

Desde que la Organización Mundial para la Salud (OMS) declaró el brote de coronavirus como pandemia, los proyectos de vacuna se han multiplicado en todo el planeta. Con fecha 8 de septiembre, la última referencia en la que aporta datos, el organismo internacional reconoce 145 proyectos que ya han encontrado un candidato a vacuna y se encuentran en fase preclínica. Además, hay otros 34 que la han superado y están en fase clínica, con pruebas en humanos. De ellos, nueve están en la fase 3, la más avanzada, añade RTVE.

Esta es la vacuna que había desarrollado AstraZeneca, con sede en Cambridge (Reino Unido), junto a la Universidad de Oxford y cuya eficacia se estaba experimentando en Fase 3 en EEUU, Brasil y Sudáfrica después de que el ensayo hubiera dado resultados positivos en sus fases iniciales, cuando se probó con mil personas en el Reino Unido, explica el mismo medio.

Debido a su avance, en agosto la Unión Europea (UE) adquirió 300 millones de dosis para repartir entre los países miembros. Esta compra se efectuaría "una vez que la vacuna haya demostrado ser segura y efectiva", según declararon en un comunicado. En el caso de España, había obtenido 30 millones de dosis, recuerda RTVE.