• El primer banco italiano gana 954 millones en el segundo trimestre, 278 más de lo esperado.
  • Es el contrapunto a las crisis en Monte dei Paschi di Siena o los liquidados Veneto Banca y Vicenza, absorbidos por Intesa.
  • Unicredit estabiliza los ingresos, doblega los costes y rebaja 25 puntos el coste de riesgo.
  • Eso sí, después de una macroampliación, un duro ajuste de empleo, colocar activos tóxicos en fondos y vender el polaco Pekao.
El escarpado paisaje que pinta desde hace un año la banca italiana encuentra un llano esperanzador en los resultados trimestrales de Unicredit, el mayor del país, después de los sustos provocados en el rescate -siempre a la italiana- del sector. O lo que es más importante, un revés en toda regla, por su excepcionalidad, de la unión bancaria europea. A juzgar por las cifras, a Unicredit le empiezan a salir bien las cosas. Dicho de otro momento: el duro saneamiento que empezó en 2016 funciona, como se ve en la reducción de riesgos crediticios y de costes, y la mejora de resultados. La entidad ha ganado en el segundo trimestre 954 millones netos ( 3,3%), superando ampliamente las expectativas de los analistas, que situaban el beneficio en 676 millones. Y en el conjunto del semestre, 1.853 millones, un 40,2% más. Esas cifras están precedidas de un duro ajuste de empleo (14.000 despidos y 944 sucursales menos) y una inevitable ampliación de capital, cerrada en febrero, de 13.000 millones (la mayor en la historia financiera italiana) y un saneamiento a la americana, con la venta de más de 17.000 millones de activos tóxicos a los fondos Pimco y Fortress. Así la cosas, Unicredit estabiliza los ingresos (-7,8% en el trimestre y -2,5% en el semestre, hasta 9.688 millones), reduce un 4,2% los costes de explotación y rebaja de 77 a 50 puntos básicos el coste de riesgo, del mismo modo que reduce la tasa de morosidad del 11,4% al 11%. Esa situación se traslada a su vez a una reducción de las provisiones del 36,1%. Además, mejora el ratio de solvencia (CET-1) del 11,45% al 12,8% gracias a la generación de capital, la venta del banco polaco Bank Pekao y la gestión de activos ponderados de riesgo (APR).` Unicredit marca distancias así con la crisis protagonizada por Monte dei Paschi di Siena, la prueba de que los italianos pagarán el desastre de la banca italiana, un empeño del Gobierno en el que se han puesto 17.000 millones de dinero público. Y sumen a eso la liquidación reciente de Veneto Banca y Banca Popolare di Vicenza, absorbidos por el segundo banco del país, Intesa Sanpaolo, otra prueba palpable de que Italia salva a sus bancos, a la contra de España (Popular) y Europa. Rafael Esparza