La humanidad se enfrenta a un “apartheid climático”, con una pequeña parte rica que puede adaptarse mejor al calentamiento global y la otra -con menos recursos económicos y peores infraestructuras y servicios- obligada a soportar los efectos de la crisis climática, curiosamente provocada mayoritariamente por los países ricos, recoge El Periódico.

Las conclusiones del informe del relator especial de la ONU sobre la pobreza extrema y derechos humanos, Philip Alston, no deja lugar a dudas sobre la gravedad de la crisis climática y sus efectos desiguales en la población mundial.

“El cambio climático amenaza con deshacer el progreso de los últimos 50 años (...) en la reducción de pobreza”, “los derechos humanos podrían no sobrevivir a la agitación que se avecina”, indica el documento elaborado por Philip Alston, que debe ser presentado oficialmente el viernes 28 de junio ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

El informe critica duramente el gobierno de Donald Trump por “silenciar activamente” la ciencia del clima y critica al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por su promesa de abrir la selva amazónica a la minería. En los apartados positivos del informe Alston, apunta las acciones legales contra estados y compañías de combustibles fósiles, el activismo ambientalista desatado al entorno de Greta Thunberg y las huelgas escolares en todo el mundo, y el movimiento Extinction Rebellion.

El informe predice que la crisis climática puede dejar a 140 millones de personas sin hogar en los países en desarrollo en el horizonte de 2050

El informe predice que la crisis climática puede dejar a 140 millones de personas sin hogar en los países en desarrollo en el horizonte de 2050.

”De manera perversa, mientras que los pobres son responsables de solo una fracción de las emisiones globales, son los que pagarán el precio del cambio climático y tendrán la menor capacidad para protegerse”, indica Alston en un comunicado de prensa previo a la presentación del informe oficial.

El informe recuerda que a pesar de las repetidas advertencias sobre las amenazas planteadas por el cambio climático, este problema sigue siendo “una preocupación marginal”. En especial, Alston recuerda que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos no ha ofrecido de momento suficiente atención y recursos a la crisis climática.

”Mientras que una verdadera crisis que amenaza los derechos humanos de una gran cantidad de personas nos está golpeando, la metodología usual de derechos humanos que aborda la cuestión por cuestión, poco a poco, es terriblemente inadecuada”, concluye el comisionado especial.