Tubacex perdió 8,3 millones hasta junio, frente a los cinco millones de beneficio del mismo periodo del año anterior.

Tubacex ha presentado los resultados del primer semestre del año caracterizado por una crisis económica general provocada por la pandemia de la COVID- 19 y que está afectando especialmente a los sectores energéticos. Desde enero, el cierre de China provocó un descenso de ventas en el mercado de generación eléctrica y desde marzo, la paralización de diversos países por orden gubernamental, así como las necesarias medidas de distanciamiento físico provocaron una reducción de la actividad global del 50%. En esta situación, el impacto de la reducción de la actividad mundial se ha prolongado durante todo el segundo trimestre, afectando de manera más significativa a los resultados de este periodo, ha informado la compañía.

La cifra de ventas en el primer semestre se sitúa en 282 millones de euros, 12,8% menos que en el mismo periodo del año pasado, y el EBITDA en 19,8 millones de euros, un 40,5% menos, con un margen del 7,0%. A pesar de que estas cifras están lejos de las perspectivas que tenía el Grupo al comienzo del año, es destacable que, incluso en un entorno tan desfavorable como el actual, mantenga unos resultados operativos positivos con márgenes razonables. De hecho, el segundo trimestre, el más afectado hasta ahora por la situación actual, cierra con unas ventas de 128,3 millones de euros y un EBITDA de 7,4 millones de euros. Esto ha sido posible gracias tanto a la diversificación geográfica y de producto como al rápido plan de acción puesto en marcha con un ajuste pormenorizado de los costes en todos los niveles.

El Consejero Delegado de Tubacex, Jesús Esmorís, ha manifestado que “la caída del consumo energético provocada por la recesión mundial y la alta incertidumbre sobre la evolución futura del virus, están motivando la reducción de las inversiones de nuestros clientes finales, así como cancelaciones de algunos pedidos y el retraso en la adjudicación y puesta en marcha de los grandes proyectos. Esta situación ha anulado las buenas perspectivas que teníamos para 2020 y nos obliga a gestionar una situación extremadamente complicada”.

La compañía ha anunciado recientemente un plan de reestructuración que afectará aproximadamente al 20% de la plantilla

La compañía ha recordado que, ante la situación global de recesión y con el objetivo de adecuar los niveles de actividad del grupo a este escenario, se ha anunciado recientemente un plan de reestructuración que afectará aproximadamente al 20% de la plantilla -500 trabajadores- que, unido a otras medidas de ajuste puestas en marcha, permitirá reducir los costes de la compañía en aproximadamente 25 millones para 2021.

“Hemos puesto en marcha un plan de ajuste para adaptar el nivel de nuestra actividad al nuevo entorno. No ha sido fácil y, en algunos casos, hemos tenido que tomar decisiones dolorosas como ajustes de empleo, reducciones de sueldos, reducción de costes fijos y paralización de inversiones no estratégicas, entre otras”, manifiesta Esmorís.

La cifra de capital circulante se sitúa en junio en 208,1 millones de euros, 20,9 millones por encima del cierre de 2019, pero con una reducción de 27,8 millones de euros con respecto al cierre de marzo. En la publicación de resultados del primer trimestre del año ya se anticipó que el capital circulante se iría reduciendo a lo largo del año a medida que se fuera adecuando a los actuales niveles de actividad, efecto que queda corroborado en los resultados actuales.

La deuda financiera neta asciende 274,7 millones de euros y su incremento con respecto a 2019 está íntimamente relacionado con el aumento del capital circulante. Por el modelo de negocio de Tubacex, que fabrica sólo bajo pedido, la deuda financiera está estrechamente ligada al capital circulante, el cual se encuentra en su mayor parte ya vendido y con un valor neto de realización positivo. De hecho, el capital circulante representa el 75,8% de la deuda, por lo que la deuda financiera estructural de la compañía sin incluir el circulante se sitúa en 66,6 millones de euros, en línea con la cifra de cierre de 2019.

A 30 de junio la caja asciende a 171,8 millones de euros. Asimismo, la compañía dispone de 86M€ autorizados y no dispuestos en líneas de crédito, de los cuales 68,8 millones de euros están firmados a largo plazo.