El presidente de EEUU, Donald Trump, vetó este martes una resolución aprobada por el Congreso estadounidense que le exhortaba a acabar con cualquier apoyo a la coalición saudí en la guerra de Yemen, oponiéndose por segunda vez en su gobierno a una decisión parlamentaria, publica Infobae.

"Esta resolución es un intento innecesario y peligroso de debilitar mis poderes constitucionales, poniendo en peligro las vidas de ciudadanos estadounidenses", dijo Trump en un comunicado a propósito del texto que había sido aprobado por las dos cámaras del Congreso a comienzos de mes. Esta secuencia política fue percibida como un desaire para el presidente republicano, que cuenta con una mayoría en el Senado.

El Congreso utilizó una ley aprobada en 1973 para limitar los poderes militares del presidente en un conflicto extranjero. Los legisladores solicitaron entonces el fin de las operaciones militares en Yemen, donde el Pentágono ha estado brindando "apoyo no combatiente" desde 2015 a la coalición liderada por Arabia Saudita, aliado histórico de Estados Unidos.

Las relaciones entre EEUU y Arabia se han enfriado considerablemente después del asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi en octubre de 2018 por un comando de Riad

Pero la tibia reacción de Trump frente al joven príncipe heredero de la corona saudita, Mohamed bin Salmán, considerado por el Senado estadounidense como "responsable" del asesinato, causó indignación incluso en sus filas republicanas.

Trump argumentó que el apoyo estadounidense a la sangrienta guerra entre el gobierno yemení, con apoyo saudita, y los rebeldes hutíes -alineados con Irán- era necesario por una serie de razones, "la primera y la más importante" es "proteger la seguridad de más de 80.000 estadounidenses que viven en algunos países de la coalición". Estos países "han sido objeto de ataques hutíes desde Yemen", dijo, refiriéndose a acciones con drones o misiles que la coalición saudí ha asegurado que fueron interceptadas o negado.

Unas 10.000 personas han muerto en Yemen durante la guerra, según la Organización Mundial de la Salud, aunque grupos humanitarios dicen que el número podría ser cinco veces superior.

Tanto la alianza saudí como los rebeldes hutíes han sido acusados de actos que podrían ser considerados crímenes de guerra.