El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llevará este jueves su racismo antihispano a su visita a la frontera con México, concretamente a a McAllen, Texas, en el Valle del Río Grande, la parte de la frontera que registra más cruces ilegales a territorio estadounidense. Trump quiere el cierre parcial de la frontera con México mediante un muro de acero.

El presidente de EEUU reitera su pedido de 5.700 millones de dólares para un muro que ha sido su promesa estrella desde la campaña, publica El Financiero.

Los demócratas ven la idea de construir un largo e impenetrable muro como inefectiva e incluso inmoral. Trump considera que es absolutamente necesario para frenar lo que califica como una crisis de inmigración ilegal y tráfico de drogas y de personas en la frontera.

Las fallidas conversaciones con los demócratas generaron especulaciones sobre si Trump declararía una emergencia nacional

Así que las fallidas conversaciones con los demócratas generaron especulaciones sobre si Trump declararía una emergencia nacional e intentaría autorizar el muro por su cuenta si el Congreso no aprueba la partida económica que reclama.

En cualquier caso, en Hispanidad siempre hemos defendido a Donald Trump, el hombre más atacado del mundo, pero no esta vez. El muro con México es una chorrada y, encima, una muestra de racismo antihispano. Incluso está haciendo buenos a los demócratas.

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