• El diputado Evandro Gussi señala que "es el Código Penal el que regula el aborto como un crimen contra la vida".
  • Para el obispo Rossi Keller, "domina la hipocresía en una sociedad que defiende, justificadamente, los huevos de las tortugas, pero admite el aborto".
  • Otras voces apuntan a que "justo en el Adviento, cuando se celebra el embarazo de la Virgen, Satanás está atacando a los bebés".
En un reciente y controvertido fallo, la Corte Suprema de Brasil despenalizó el aborto hasta los tres meses de embarazo. El fallo de la Corte se produjo el 29 de noviembre, tras analizar la solicitud de hábeas corpus de cinco empleados de una clínica de aborto clandestino en la localidad de Duque de Caxias, en el estado de Río de Janeiro. Según los jueces, la penalización del aborto en el Código Penal de Brasil durante los tres primeros meses de embarazo viola los derechos fundamentales de las mujeres a su autonomía, integridad física y psicológica, sexual y sus derechos reproductivos, así como la igualdad de género. Es decir, los jueces emplearon los típicos argumentos del Nuevo Orden Mundial para justificar leyes que atentan directamente contra la ley natural. Porque no es difícil entender que matar a un ser humano inocente, como es el niño en el vientre de su madre, es un atentado contra el derecho a la vida, el cual derecho defiende la ley natural. El diputado Evandro Gussi señaló que el fallo "es una afrenta caliente a la Constitución, que establece la separación de poderes, que establece que las decisiones de este orden se realizarán en el Poder Legislativo". Gussi subrayó que "es el Código Penal el que regula el aborto como un crimen contra la vida". "El Código Penal jamás habló de aborto legal", agregó, explicando que la penalidad es excluida solamente en casos específicos, que son: embarazo producto de una violación, cuando hay riesgo para la vida de la madre o el bebé presenta microcefalia. Para el obispo de la Diócesis de Frederico Westphalen, Mons. Antonio Carlos Rossi Keller, esta sentencia es un decreto de pena de muerte para los no nacidos, publica Aciprensa. En su página de Facebook, Mons. Rossi Keller señaló que "el Tribunal Supremo existe para garantizar el cumplimiento de la Constitución" y añadió que "la Constitución brasileña establece que, en Brasil, no hay pena de muerte".  "En contra de este principio, a través del aborto, la pena de muerte se decreta a aquellos que tienen un defecto: a existir. El aborto es brutal", dijo el Prelado. Mons. Rossi Keller recordó que "una sociedad que defiende, justificadamente, los huevos de las tortugas, pero admite el aborto, es al menos una sociedad en la que predomina la hipocresía". Por su parte, el P. José Eduardo de Oliveira e Silva, de la Diócesis de Osasco, en el estado de Sao Paulo, señaló que "justo en el Adviento, en que se celebra el embarazo de la Virgen, Satanás está atacando a los bebés". José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com