Ha comenzado la campaña electoral, también para el Partido Popular. Ana Pastor y Fátima Báñez. Perfil moderado, el rollo de siempre en el PP. No se engañen pensando que la progresía de derecha tibia que manda en Génova, el marianismo, considera que Casado les va a devolver a La Moncloa. Ahora me refieriré a ello.

Hemos pasado de sobre-exposición de Casado a no aparecer, a no decir otra cosa que el comentario sobe la última portada periodística, a remolque del último teletipo.

No se engañen: los marianistas no desean que Casado llegue a La Moncloa: sólo que les mantenga en su cargo con un horizonte de 100 diputados. Luego ya le echarán 

Casado se pone de perfil: en pensiones, en gasto público, en defensa de la vida y la familia, en la eutanasia.

En política laboral no apoya al Tribunal Constitucional en su primera andanada contra el absentismo laboral, uno de los males del país. Contra la profanación de la Basílica del Valle de los Caídos, que es cristofobia, no antifascismo, Casado mira hacia otro lado.

En resumen, Pablo Casado se ha hecho marianista, justamente cuando había logrado contra la intención de Rajoy, vencer al marianismo. Primer mandamiento del marianismo: no te mojes ni en la ducha.

Poniéndose de perfil ante las grandes cuestiones no se llega a la Presidencia del Gobierno, simplemente mantiene el reparto de cargos en el partido 

Más. Pilar fundamental de la política del líder del PP es no hablar de cuestiones morales: eso es de ultras. A ver, Pablito: cíñete a Cataluña y a la economía.

No se engañen: los marianistas no desean que Casado llegue a La Moncloa: sólo que les mantenga en su cargo con un horizonte de 100 diputados. Luego ya le echarán.

Pero Casado se lo ha creído, a pesar de que sabe que, poniéndose de perfil ante las grandes cuestiones, no se llega a la Presidencia del Gobierno, simplemente se mantiene el reparto de cargos en el partido.

Si Casado no da un golpe de mano frente a los barones que le tienen secuestrado -Feijoo, Alonso y Moreno- no ganará La Moncloa y perderá Génova

Y otro asunto: si Casado no da un golpe de mano frente a los barones que le tienen secuestrado -Feijoo, Alonso, Moreno… y algún otro- no ganará La Moncloa y perderá Génova. Los fichajes de Ana Pastor y Fátima Báñez sólo servirán para conseguir que el PP se tenga como el primer partido de la oposición.Y por cierto, doña Soraya Sánz de Santamaría, el delfín del marianismo... continúa incordiando en política. No crean que se ha retirado. Su amistad con Carmen Calvo constituye una bomba de relojería contra Casado.