•  La Policía agradece los mensajes de apoyo de los ciudadanos tras la muerte de su compañero y considera "irrespetuosa" la ausencia del ministro de los actos de despedida del agente.
  • Francisco Javier Ortega del Real falleció al ser arrojado a las vías del tren por un inmigrante con el que forcejeaba por negarse a identificar.
  • La persona que empujó al policía cuenta con numerosas detenciones, varias de ellas por delitos de amenazas, robos con violencia, infracción de la Ley de Extranjería y por entrada ilegal en España.
  • La pregunta es cómo es posible que en España un inmigrante que delinque no haya sido extraditado a su país de origen y haya podido volver a entrar. 
Las comisarías de España han realizado a las 11.00 horas concentraciones silenciosas convocadas por los sindicatos policiales por el agente muerto en la estación madrileña de Embajadores al ser arrojado a las vías del tren por un inmigrante con el que forcejeaba por negarse a identificar.

El agente fallecido, Francisco Javier Ortega del Real, de 28 años, recibió sepultura ayer domingo en la localidad abulense de Navarredondilla, donde fue despedido por medio millar de personas.

La persona que empujó al policía nacional provocándole la muerte al ser arrollado por el convoy se llama Ali Raba Yode. Tiene 28 años (cumplidos este jueves 1 de enero). Es natural de Costa de Marfil y cuenta con numerosas detenciones, varias de ellas por delitos de amenazas y robos con violencia. En otra ocasión fue arrestado por resistencia y desobediencia a la autoridad, otras dos veces por infracción de la Ley de Extranjería y una vez por entrada ilegal en España, según Europa Press.

La pregunta es cómo es posible que en España un inmigrante que delinque no sea extraditado su país de origen y no vuelva a entrar. Los inmigrantes que vienen a España a ganarse la vida, que se queden. Los que delinquen, que sean expulsados y no se les deje entrar en el país. Y si para ello hay que cambiar la ley, que se haga.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Confederación Española de Policía (CEP) y el Sindicato Profesional de Policía (SPP) han reclamado -en un comunicado conjunto- medidas para que cuando muera un policía en acto de servicio las banderas nacionales ondeen a media asta en señal de dolor en los edificios oficiales, o, al menos, en todos los del Cuerpo Nacional de Policía.

Los sindicatos se han mostrado orgullosos de las muestras de solidaridad recibidas desde todos los estamentos sociales y de los miles de mensajes de ciudadanos que se han emocionado y han llorado por el asesinato de Francisco Javier. "Los policías nos sentimos reconfortados al ver que la sociedad, nuestra sociedad, entiende la dureza de nuestro trabajo y siente como propia la pérdida de un compañero. No tenemos palabras suficientes para describir esa gratitud", apunta el texto.

Además, en un comunicado conjunto, los sindicatos SUP, CEP y SPP han considerado "irrespetuosa" la ausencia del ministro del Interior y "de otros responsables políticos" en actos oficiales de despedida a policías asesinados, como el celebrado el sábado en Madrid por el policía Francisco Javier Ortega.  "La presencia en la estación de Embajadores, en donde Francisco Javier fue asesinado, no es suficiente. Hay que estar dando la cara en el funeral. Esa actitud abre una brecha considerable entre la cúpula política del Ministerio y los profesionales de la seguridad pública. Que la sociedad sepa que nos sentimos ofendidos por esa actitud fría y distante", insisten.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com