• En los modernos barrios de Roma y Condesa cientos de voluntarios ayudan a cavar en busca de supervivientes que puedan seguir atrapados bajo los escombros.
  • Mientras tanto, en los barrios más pobres de las afueras de la capital la ayuda era menos abundante y algunas víctimas se quejaron de que aún no habían recibido ayuda pública.
Víveres y voluntarios se aglomeraban en los centros de acopio de distritos más acomodados y accesibles de Ciudad de México tras el brutal terremoto del martes, informa Reuters. En los modernos barrios de Roma y Condesa cientos de voluntarios ayudan a cavar en busca de supervivientes que puedan seguir atrapados bajo los escombros. Mientras tanto, en los barrios más pobres de las afueras de la capital la ayuda era menos abundante y algunas víctimas se quejaron de que aún no habían recibido ayuda del Gobierno que preside Enrique Peña Nieto (en la imagen). En el dañado vecindario Del Valle, Marcela Sánchez, de 48 años, llegó en busca de ayuda después de que perdió su casa por el sismo en el empobrecido municipio de Ciudad Nezahualcóyotl, en el sobrepoblado Estado de México, adyacente a la capital. "Nosotros no hemos recibido ayuda", dijo. "Los que trabajamos en la Ciudad de México hemos llevado ayuda al Estado. Ojalá que nos pudieran ayudar", comentó. La respuesta del Gobierno al desastre está bajo estrecho escrutinio, previo a las elecciones presidenciales del próximo año, así como también la desigualdad de las operaciones de socorro y la falta de coordinación entre las autoridades. "Hay bastante (provisiones y ayuda). Lo único que falta aquí es la administración de emergencias", dijo Roberto Hernández, fundador de "Los Topos", un escuadrón de rescate civil que surgió espontáneamente en 1985 tras un mortífero sismo. La respuesta del Gobierno está siendo organizada por la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com