• Pero son muchos los desaparecidos: más de la mitad de Amatrice ha desaparecido. Es uno de los pueblos devastados.
  • El seísmo amenaza con causar más estragos a la debilitada economía italiana por la deuda, el déficit y el agujero en la banca. El bono a 10 años repunta.
  • El último gran sismo en esa región (2009) segó 300 vidas. El pronóstico esta vez es más optimista: ha afectado a menos población.
El terremoto que ha dinamitado el centro de Italia amenaza con causar más estragos a la debilitada economía del país. Porque el seísmo ya está dejándose sentir, entre otras cosas, en el comportamiento del bono italiano a 10 años, que está repuntado a máximos de dos semanas. Es sólo un primer indicio, aunque el problema principal en el país transalpino es la deuda pública (134% del PIB), el déficit público, que obligará a nuevas privatizaciones y el agujero en la banca, que pone duda en todo el sistema financiero. Según el primer balance oficial, el terremoto ha segado la vida de 38 personas, pero "la información está todavía muy dispersa", ha asegurado Protección Civil. A media tarde, la cifra de muertos ya ascendía a 73 personas y había numerosos desaparecidos. El fuerte seísmo, con una magnitud Richter de 6,2, inició su embestida en la provincia de Rieti, en la región del Lacio, en torno a las tres y media de la madrugada (hora local). Tras la primera sacudida se han registrado más de 100 réplicas. Una de las localidades más afectadas ha sido Amatrice, un pequeño núcleo de cerca de 3.000 habitantes. Su alcalde ha confirmado a la cadena pública italiana que "más de la mitad de la ciudad ha desaparecido". Y alerta de la magnitud del drama humanitario: "Hay personas bajo los escombros". El terremoto ha llegado a Roma, a unos 170 kilómetros del epicentro. Allí algunos testigos aseguran que el seísmo sacudió los muebles y agitó las luces. El último gran terremoto que azotó Italia, en 2009, dejó más de 300 personas sin vida y 1.500 heridos. Ocurrió en la ciudad de L'Aquila, a apenas 60 kilómetros de éste. Su intensidad fue la misma. Pero esta vez, según el pronóstico de las autoridades, todo apunta a que el balance de muertos sea menor porque en la zona donde se ha producido el sismo hay menos densidad poblacional. Daniel Esparza