• Avigdor Lieberman considera que la guerra con el Líbano se producirá por la indecisión de Israel en su respuesta al ataque de Hezbolá del miércoles pasado, en la que murió un soldado español. 
  • En Gaza hay un cóctel explosivo con actores como Hamás, Hezbolá, Siria y Rusia.
  • Alternativa Española (AES) pide al Gobierno que llame a consultas al embajador de España en Israel. 

"Una cuarta operación en la franja de Gaza es inevitable, así como una tercera guerra con el Líbano es inevitable", ha afirmado hoy lunes el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman al digital israelí Ynet.

El jefe de la diplomacia israelí considera que la guerra con el Líbano se producirá por la indecisión de Israel en su respuesta al ataque de Hezbolá del miércoles pasado en las Granjas de Shebaa, pequeño territorio que se disputan Siria y el Líbano y está ocupado por Israel.

"No dejemos que nos cuenten historias sobre como Hamás está mendigando arrodillado. La semana pasada vimos como disparaban diez cohetes al mar. Vemos como cada semana reconstruyen (su arsenal)", ha indicado Lieberman.

El Ejército israelí respondió al ataque de Hezbolá, que mató a dos soldados e hirió a siete más, y bombardeó diversos puntos en el sur del Líbano. Estos ataques causaron la muerte a un soldado español de la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL).

Por esta última razón, por cierto, Alternativa Española (AES) ha pedido que el Gobierno llame a consultas al embajador de España en Israel: "AES considera insuficiente la reacción de un Gobierno que por boca del titular de Exteriores recomienda esperar a los resultados de la investigación por parte de Naciones Unidas. AES entiende que se trata de una acción muy grave pues revela la situación de tiro al blanco en que se encuentran nuestras fuerzas desplegadas en el Líbano".

Recordemos el contexto de todo esto. En la franja de Gaza existe un conflicto entre Palestina e Israel iniciado el 8 de julio de 2014, cuando las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) lanzaron la Operación Margen Protector sobre, debido a una escalada de tensión en el conflicto israelí-palestino.

Hamás es una organización palestina que se declara como yihadista, nacionalista e islámica. Su objetivo, definido en su carta fundacional, es el establecimiento de un estado islámico en la región histórica de Palestina, que comprendería los actuales Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en Jerusalén.

Por otro lado, la guerra civil de Siria, un conflicto bélico que enfrenta al gobierno junto a las Fuerzas Armadas de Siria (país que cuenta con armas químicas) en contra de diversos grupos rebeldes -mayormente yihadistas- de la oposición que buscan derrocar al gobierno y, en particular, sacar del poder al presidente Bashar Al-Asad. Un Bashar Al-Asad, por cierto, apoyado por Rusia frente a Occidente (EEUU y UE), que respaldan a los rebeldes yihadistas.

Otro ingrediente del cóctel es que desde Siria y el Líbano actúa Hezbolá contra Israel. Hezbolá es una organización yihadista libanesa que cuenta con un brazo político y otro paramilitar. Fue fundado en el Líbano en 1982 como respuesta a la intervención israelí de ese momento y fueron entrenados, organizados y fundados por un contingente de la Guardia Revolucionaria iraní. Hezbolá recibe armas, capacitación y apoyo financiero de Irán y ha «funcionado con bendición de Siria» desde el final de la Guerra Civil Libanesa.

Si a todo ello añadimos que la guerra del Líbano fue la única que ha perdido Israel, el cóctel para esa tercera guerra con el Líbano -como decía el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman- es totalmente explosivo…

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com