A la espera de los resultados del grupo que Telefónica publicará el martes, la teleco ha rendido cuentas este lunes de la actividad hasta septiembre en Brasil y Alemania, dos mercados que, junto a Reino Unido y España, constituyen la columna vertebral de la compañía.

En Brasil, Telefónica ganó 3.727 millones de reales brasileños (unos 837 millones de euros), un 49,9% menos que en 2018 debido a la falta de extraordinarios. Sin contar con ellos -el reembolso de unos impuestos que el Tribunal Superior de Justicia brasileño reconoció que la compañía no debía haber pagado-, el beneficio habría aumentado un 2,6% respecto a los de septiembre de 2018.

La facturación creció un 1,6%, hasta los 32.891 millones de reales (unos 7.388 millones de euros), gracias al crecimiento (+4,5%) de los ingresos móviles, que compensaron la caída (-3,3%) de los ingresos de fijo. Al final, el Ebitda recurrente fue un 2,2% superior al de 2018 y alcanzó los 11.700 millones de reales (unos 2.628 millones de euros).

La actividad en Brasil ha ido de menos a más, de tal manera que durante el tercer trimestre los ingresos aumentaron un 2,6%, hasta los 11.047 millones de reales (en euros, unos 2.481 millones). “Presentamos el mayor crecimiento de ingresos de los últimos tres años gracias a nuestra estrategia enfocada en los segmentos de fibra y contrato”,  afirmó el director financiero de Telefónica Brasil, David Melcon.

En España se cerró en octubre el Plan de Suspensión Individual de Empleo (PSIE) con la salida de 2.636 trabajadores, esto es, el 60% de los que podían acogerse al él (empleados de 53 años o más y con 15 años en la empresa). Resumiendo: mantienen el 68% del salario hasta los 65 años, con todos los beneficios de los empleados intactos y con una indemnización de 45 días por año trabajado.

Efectivamente, la actividad comercial fue muy positiva y logró aumentar un 34% el número de clientes de fibra hasta el hogar, hasta los 2,33 millones. Y en móvil, los accesos de prepago crecieron un 7,3%, lo que permitió a la teleco alcanzar una cuota de mercado móvil del 32,3%, muy por encima de la del segundo operador. Conviene recordar que el mercado brasileño de móvil no es como el español, donde el prepago tiene mucho menos peso que el móvil de contrato.

En definitiva, Brasil cumplió más o menos con las expectativas, pero sin dar excesivos motivos de satisfacción.

Desde luego, sí fueron mejores que los resultados de Telefónica Alemania, que perdió 180 millones de euros hasta septiembre, un 46,6% más que en 2018. Los ingresos, no obstante, aumentaron un 1,4%, hasta los 5.429 millones de euros. El Oíbda, por su parte, creció un escueto 0,8%. Lo cierto, en cualquier caso, es que la franquicia alemana volvió a registrar crecimientos después de mucho tiempo en el dique seco.

Y, como en Brasil, la actividad comercial fue también positiva. Telefónia Deutschland sumó casi un millón de clientes nuevos de móvil gracias a las tarifas O2 Free y al negocio de las marcas asociadas. En fijo, el aumento fue de 114.000 accesos, hasta alcanzar los 2,2 millones de accesos durante los nueve primeros meses del año.

Mientras, en España se cerró en octubre el Plan de Suspensión Individual de Empleo (PSIE) con la salida de 2.636 trabajadores, esto es, el 60% de los que podían acogerse al él (empleados de 53 años o más y con 15 años en la empresa). Resumiendo: mantienen el 68% del salario hasta los 65 años, con todos los beneficios de los empleados intactos y con una indemnización de 45 días por año trabajado.