El beneficio de Técnicas Reunidas en el primer trimestre se ha desplomado un 98,5%, de 36,8 a medio millón de euros, con una caída en todos los registros. Sin embargo, el consejero delegado, Juan Lladó, hijo del presidente, José Lladó, pone la mejor cara al informar de los resultados. Asegura, en concreto, que han arrancado el año “de manera sólida, pero a un ritmo lento.”

La realidad es que los ingresos por ventas caen un 16,3%, hasta 1.161,1 millones, con una cartera un 5% menor, en 9.699 millones, y el Ebitda, un 85%, a los 9,1 millones. También la posición de tesorería, que desciende un 47%, a 219 millones.

Se trata, en fin, de resultados muy débiles, pero que no cambian las perspectivas para el año, según la empresa, que sitúa las ventas entre 4.300 y 4.600 millones de euros y una “recuperación progresiva a lo largo del año”, que permitirá que el margen Ebitda avance al 2,8%.

La reacción en bolsa es una penalización al valor del 3,3%, hasta 25,68 euros, pero acumula una caída superior al 30% desde hace un año, cuando cotizaba por encima de 37 euros.

Juan Lladó mantiene las perspectivas y espera una “recuperación progresiva a lo largo del año” 

El problema de Técnicas Reunidas no es otro que la crisis que envuelve al resto de ingenierías, como Duro Felguera, que dependen de los contratos en Oriente Medio, con márgenes muy pequeños, debido a la fuerte competencia y la inevitable deriva en el ajuste de precios.

En febrero, anunció un importante contrato en Omán por 2.218 millones, al que se refiere ahora al informar de los resultados. Aún no ha comenzado “al estar cerrándose aún la financiación del proyecto”, señala Juan Lladó.

Lladó se muestra optimista “para afrontar lo que puede ser la última etapa de la crisis del petróleo”, que representa un 94% de la cartera, frente al 6% de la división de energía supusieron un 6%, y confía en “la recuperación de la industria” y “en una cartera de oportunidades”, más grande y activa.