• El beneficio cae un 45,1% desde septiembre, 55,7 millones, con un talón de Aquilés: la cartera de pedidos y los retrasos.
  • Reduce el margen sobre beneficio del 4% al 2% este año y en 2018 y no recuperar el 4% hasta 2019.
  • El contrapunto: el nuevo contrato en Arabia Saudí (2.000 millones) con Saudí Aramco, que duplica la cartera en el año.
  • El valor se desploma: llega a perder un 30%, que se suma a la penalización del valor, de 38,66 a 22,30 euros por acción.
Técnicas Reunidas sigue pendiente de su talón de Aquiles este año, la débil evolución de la cartera de pedidos. Mejora este viernes, paradójicamente, con la adjudicación de uno de los golosos contratos al que aspiraba con Saudí Aramco, en Arabia Saudí. Pero a esa buena noticia se une la mala: los resultados hasta septiembre, acompañados de una rebaja en las previsiones, la espoleta para explicar la fuerte caída en bolsa. Se trata, en fin, de un correctivo serio, que se traslada a la cotización. Ha caído un 17%, aunque ha llegado a perder un 30%, con toda la penalización que arrastra desde enero: arrancó a 38,66 euros y cotiza ahora a 22,30. Hasta septiembre, el beneficio de la ingeniería que preside José Lladó (en la imagen) ha caído un 45,1%, hasta 55,7 millones, a pesar del aumento del 12,9% de los ingresos (3.882,6 millones). El resultado bruto de explotación (Ebitda) queda así en 104,7 millones, un 32% más bajo. La propia compañía admite el efecto de la anulación de dos grandes proyectos en Hispanoamérica por valor de unos 2.000 millones y el "retraso inesperado" de proyectos en Oriente Medio y México, valorados en unos 4.000 millones, lo cual implica un coste reseñable por inactividad (no volverá a la normalidad hasta la mitad de 2018). En esa zona, según los analistas del Sabadell, se concentra el 42% de la cartera de Técnicas Reunidas, situada ahora en 8.517 millones de euros, el 16% menos que hace un año. Alivia esa situación el contrato en Arabia Saudí, en torno a 2.000 millones, que disipa las dudas al respecto, duplica las adjudicaciones desde enero (incluyendo el proyecto de Duqm). El contrapunto está en la rebaja del margen sobre el Ebit que adelanta la empresa, del 4% al 2% este año (con una cifra de ingresos de entre 4.900 y 5.000 millones) y al 1,5%-2,5% en 2018 (con ventas de entre 4.300 y 4.600 millones). No espera, además, un margen del 4% hasta 2019. Se trata, en fin, de un correctivo serio, que influye en la cotización (ha caído un 17%, aunque ha llegado a perder un 30%), afectará a la cotización en el futuro, con la penalización que arrastra desde enero: arrancó a 38,66 euros y cotiza ahora a 22,5. Rafael Esparza