Lunes 18 de enero: entran en vigor en España la Tasa Tobin y la Tasa Google.

La entrada en vigor de la Tasa Tobin a lo Montero no ha tenido influencia en el Ibex-35, que ha cerrado al alza. Sin alegrías pero al alza.

Y es que la Tasa Tobin española tiene poco que ver con James Tobin. Lo que el Nobel de Economía, ya fallecido, proponía era que, en todo el mundo, sí, en todo el mundo, se cobrara una tasa a la especulación, en concreto no en la venta de acciones, como en España sino en el mercado de divisas, el más especulativo de todos y el que no cierra 24 horas al día, 365 días al año.

Insisto, no un país sí y el otro no, sino todos al mismo tiempo. Y sobre el mercado global de divisas.

Porque la norma española hace hincapié en el mercado de acciones, el menos especulativo, al menos en principio. En definitiva, donde invierten a sus ahorros muchos españoles, y no para comprar hoy y vender mañana, sino para recibir un dividendo cada año.

Y eso es cierto, a quien actúa en busca del dividendo y no de la plusvalía, esta tasa de Moncloa no le va a afectar mucho.

Eso sí, la Tasa Tobin afectara al especulador, lo que está bien, pero esto no tiene nada que ver con James Tobin, que hablaba de divisas y de gobierno global

Más sentido tiene la Tasa Google, y su globalidad fiscal: es decir, cotiza en semiparaísos fiscales y obtiene sus ingresos en España. Así que la idea de David Cameron no es mala: convirtamos el impuesto de sociedades en IVA.

Mucho más justa la Tasa Google, que convierte el impuesto de sociedades en IVA que la Tasa Tobin. Es decir que grava los ingresos, no los beneficios y así evita trampas estio Google, Amazón, Facebook o Apple, que obtienen sus beneficios con lo que le compran los españoles pero cotizan en Irlanda.

Mucho más justa la Tasa Google que la Tasa Tobin, señora Montero, la Tasa Google incluso se queda corta. Además, la Tasa Tobin se queda en el chocolate del loro.