La agencia americana Standard & Poor’s ha actualizado la nota de los bancos españoles, con una mejora generalizada de la deuda a largo plazo, enmarcada a su vez en la positiva evolución de la economía nacional, cuya calificación de la deuda soberana también mejoró a finales de marzo.

Una cosa lleva a la otra, pero no despeja el principal problema que afronta el sector: la mejora de los márgenes en banca comercial, que depende sobre todo de los tipos de interés, en mínimos.

Dicho de otro modo: la percepción positiva de S&P aclara el esfuerzo de los últimos seite/ocho años en reestructuración y saneamiento, pero deja un suspense el resto: la rentabilidad. Además, avisa sobre la necesidad de reducir la dependencia en el crédito del BCE.

La mejor calificación es para Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell y Bankinter

En lógica, los analistas del sector se felicitan (básicamente porque la reducción de los riesgos de financiación implica menores provisiones) y tiene su eco en la subida en bolsa de los valores bancarios.

Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell y Bankinter mejoran un peldaño la calificación crediticia, en todos los casos con perspectiva estable. En los dos primeros casos, Santander y BBVA, con la mejores nota (de A- a A y de BBB+ a A-, respecticamente), aunque pendiente de cómo evoluciona la intergración del Popular o de los menores costes (también respectivamente).

A otro nivel, Abanca mejora sin cambio en la perspectiva y el rating Kutxabank e Ibercaja no varía

Caixabank, pendiente de Cataluña, y Bankinter de BBB a BBB+, mientras Sabadell y Bankia (pendiente de reducir los activos probemáticos por debajo del 10% y de la intergración de BMN), de BBB- a BBB.

También mejora la calificación de Abanca (desde BB- a BB), sin cambio en la perspectiva (positiva) y se confirma a Cecabank, Kutxabank (BBB con perspectiva positiva) e Ibercaja (BB+ con perspectiva positiva).