• El también ex primer ministro francés es católico y se muestra públicamente orgulloso de serlo.
  • Se opuso firmemente a la llamada 'ley Taubira' que aprobaba el llamado matrimonio homosexual y permitía la adopción.
  • También defiende a los cristianos perseguidos en Oriente Medio.
François Fillon (en la imagen) y Alain Juppé se disputarán dentro de siete días el liderazgo del centroderecha de cara a las elecciones presidenciales francesas del próximo año. Ambos ex primeros ministros han resultado primero y segundo de las primarias conservadoras celebradas este domingo. Nicolas Sarkozy, tercero, queda fuera de la carrera al Elíseo en lo que se interpreta como un duro revés, que podría suponer, además, el final de su carrera política. Con prácticamente el 100% de los votos escrutados, Fillon ha logrado el 44%, Juppé, alrededor del 28%, y Sarkozy no llega al 21%. Fillon, que hasta hace pocos días no contaba entre los favoritos, se presentó como el representante de "un pueblo libre, que pide que se le escuche". "En todos los sitios los franceses me han mostrado que quieren autoridad. Mi proyecto trae una nueva esperanza. Mi convicción es que nadie puede parar a una nación que se levanta por su orgullo", aseguró. Según informó Religión en Libertad, Fillon es católico y se muestra públicamente orgulloso de serlo. El político francés ha sido marcado por su infancia y adolescencia en los scout católicos, con gran influencia en Francia. "Me dejó una verdadera y sincera fe católica", afirma, para añadir que quizá sin esta ayuda extra la asistencia a la misa dominical no hubiera sido suficiente para consolidar su fe. Además Fillon habla de dos asuntos clave en Francia y que cree que hay que abordar rápidamente: los ataques a la familia y el islamismo. Sobre el primero de los puntos el propio político conservador ya se opuso firmemente a la llamada 'ley Taubira' que aprobaba el llamado matrimonio homosexual y permitía la adopción. El ex primer ministro francés, François Fillon, lanzó entonces un llamado a Hollande para que renuncie a la ley sobre los matrimonios entre las personas del mismo sexo. «Señor presidente, el 13 de enero muchos franceses se manifestarán en contra de su proyecto de ley que abre al matrimonio y a la adopción para las parejas del mismo sexo. Grave y sinceramente, todos ellos serán los intérpretes de una Francia que sigue estando vinculada al marco tradicional del matrimonio», afirmó Fillon en una carta publicada en "Le Figaro". «No se debe ni olvidar ni estigmatizar a esta Francia –añadió. Sus preocupaciones son reales; sus motivaciones, profundas y argumentadas». Ahora bien, ¿qué va a hacer ahora si llega a la presidencia? Reconoce que la derogación completa de la ley es prácticamente imposible pero sí asegura si llega a la presidencia "propondría al Parlamento reescribir la ley de filiación. He hablado con expertos y abogados y he escrito un texto que se basa en el principio de que un niño siempre es el resultado de un padre y una madre". A partir de este principio propone limitar las adopciones a las parejas heterosexuales así como la procreación médica asistida para que sólo pueda ser utilizada por parejas infértiles pues debe ser "una solución médica a un problema médico". Del mismo modo, pretende prohibir la maternidad subrogada (vientres de alquiler), "una inaceptable explotación de los cuerpos de las mujeres". En segundo lugar, Francois Fillon une el problema islamista de Francia con el exterminio de cristianos en Oriente Medio. Para él, "defender las comunidades cristianas de estos países es defender el diálogo de las religiones y las culturas. Es de vital importancia para Francia". El ex primer ministro habla de "totalitarismo islamista" y cree que después de la eliminación de los cristianos vendrá la expulsión o exterminio de todos los judíos de Oriente Medio y siguiendo esta teoría pronto a los europeos les aplicarán esta misma política de los islamistas: "territorio es igual a religión". Incluso Fillon dice algo que pocos políticos se atreven a reconocer en Francia pese a la evidencia. "Hay que llamar a las cosas por su nombre y en Francia hay un problema con la radicalización del islam". Para luchar contra esto propone una recuperación real de la identidad francesa y de los valores que realmente forjaron la nación, entre ellos los valores cristianos. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com