• Entre ellas hay 1.274 civiles, incluidas 8 mujeres y 6 menores, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
  • Entre los refinamientos asesinos utilizados por los yihadistas están la decapitación, el fusilamiento, el degollamiento, la lapidación, el lanzamiento al vacío desde edificios e incluso quemar personas vivas.

Prosiguen las informaciones sobre las salvajadas de los yihadistas del Estado Islámico. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las personas ejecutadas en Siria (no en Irak), desde junio pasado, cuando han tomado el control de algunas zonas de ese país, son más de dos mil, y de ellas, 1.274 eran civiles, incluidas 8 mujeres y 6 menores, recoge Zenit. Muchas de esas víctimas son cristianos.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indica además que, entre el 28 de febrero y el 28 de marzo, fueron ejecutadas 61 personas, de las cuales 36 eran civiles y pertenecían a las provincias de Hama (centro), Alepo (norte), Al Raqa (este), Deir al Zur (este), Homs (norte) y Al Hasaka (noreste).

Además, recientemente, el Estado Islámico decapitó simultáneamente a ocho soldados sirios, musulmanes chiítas, todo ello grabado en un vídeo en el que puede verse a un niño que entrega los cuchillos a los verdugos, y la decapitación se realiza sobre una canaleta con un plástico blanco para hacer ver mejor como corre la sangre.

Otros refinamientos asesinos utilizados por los yihadistas son también el fusilamiento, el degollamiento, la lapidación, el lanzamiento al vacío desde edificios e incluso personas quemadas vivas.

La ley del terror se aplica también a sus propios miembros, ya que ejecutaron a 125 milicianos sospechosos de querer desertar o volver a los países de origen. La misma suerte corrieron 116 miembros de milicias rivales, como los del frente Nusra, filial de Al-quaeda en Siria.

La pena capital fue aplicada también a 515 efectivos capturados en combate, pertenecientes al ejército del gobierno de Al Assad.

Y es que, ante tamaña barbarie no cabe el diálogo y sí la legítima defensa, tal y como el Papa Francisco ha reclamado ya en alguna ocasión a la comunidad internacional

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com