• El jesuita islamólogo Samir Khalil Samir habla claro: "Riad compra las armas a Occidente, tanto para los rebeldes como para Daesh, y con su dinero compra el silencio de Occidente, de Europa y de los EEUU".
  • Añade: "El ideal de la democracia en Medio Oriente se ha convertido tan sólo en pantalla para cubrir intereses ideológicos y económicos".
  • "La intervención de Rusia, tan a menudo criticada por Occidente, en Medio Oriente, mucha gente la aprecia, porque ataca a los fundamentalistas y a Daesh".
  • "Es verdad, Bassad es un dictador, y nadie lo niega; pero al menos, con Bassad en el poder existe un mínimo de seguridad".
El jesuita islamólogo Samir Khalil Samir subraya cuáles han de ser los verdaderos pasos necesarios para obtener la paz en Siria, informa Asia News. Señala que en la situación actual en Siria, los periódicos y políticos occidentales continúan re-proponiendo un cliché: para que haya paz, Bashar al Assad, el presidente sirio, debe irse. Para los Estados Unidos, Francia, Arabia Saudita y Turquía, éste es el primerísimo punto de una agenda para construir la paz en Medio Oriente. Pero "según me parece, este primerísimo punto no es realista y puede ser dañino por distintos motivos", afirma. Y los explica:  "Es verdad, Bassad es un dictador, y nadie lo niega. Pero ha de agregarse que no es único de la zona. También los reyes sauditas y los emires del área son dictadores, y tienen constituciones que no dan lugar a ninguna voz. Pero en estos casos nadie protesta. Entonces, la cuestión es que si tú ahora  eliminas a Assad, ¿quién toma el poder? Habrá aún más desorden y violencia. Al menos, con Bassad en el poder existe un mínimo de seguridad. Ha de ser dicho que la inseguridad comenzó partiendo de Daesh [acrónimo en árabe del Estado Islámico] y de los demás grupos fundamentalistas, la llamada "oposición siria", que ha llegado a fagocitar incluso a la oposición laica interna en Siria". Por otra parte, añade, "nadie se explica de dónde vienen las armas y el dinero de los terroristas: no pueden hacer lo que hacen si no cuentan con algún apoyo. Una gran figura de la política en Egipto, muy citada desde una perspectiva  internacional, Tareq Haggi, ha afirmado que Arabia Saudita y Qatar apoyan militar y financieramente a Daesh. Una cosa que no se ve y que tampoco es leída en ninguna parte es que el conflicto en Siria se ha tornado con mucha claridad en una lucha del sunismo contra el chiismo. Esto tiene su contraprueba: ¿cómo es posible que Daesh no se dirija a Arabia Saudita, o bien a Qatar, lugares donde podrían adquirir mayor poder e influencia? Es porque el objetivo de Daesh se ha vuelto coincidente con el que tienen Arabia Saudita; ha sido confesado incluso por sunitas de diversas orientaciones; una lucha contra el chiísmo de Irán, de Irak y de Siria (alauitas)". Y denuncia: "La alianza entre Estados Unidos, Turquía, Arabia Saudita y Qatar es una alianza de económicos y militares. Los Estados Unidos tienen un acuerdo estable con Arabia Saudita y con Qatar. No hablemos luego de los intereses turcos: están vinculados a la OTAN, juegan de modo ambiguo con Daesh (compran su petróleo, dejar pasar a los nuevos reclutas del Estado Islámico, combaten a los kurdos, que son los únicos armados que luchan contra Daesh,…), amenazan a Europa con las olas de prófugos…". Añade: "Nadie ve (o confiesa) que la causa fundamental de todo este caos es la ideología fundamentalista, y que su fuente ideológica es Arabia Saudita, que defiende su islam  wahabita (la interpretación más radical del islam) como el verdadero islam". "La solución para la paz en Siria y en Medio Oriente es, ante todo, detener la guerra y dar una tregua al país, luego, elegir un presidente, cualquiera sea éste, Assad u otros, sin trampas electorales; el tercer paso es la reconstrucción. Mientras más se espera, más son los migrantes que Europa no logra ya integrar. Incluso es el caso de Alemania, que ha llevado a cabo un gesto heroico (dispuesta a aceptar a 800.000 refugiados sirios) ahora ha frenado. Es preciso parar la guerra: la del gobierno, la de los rebeldes, la de Daesh". A propósito de Rusia, afirma: "En lo que respecta a la intervención de Rusia, tan a menudo criticada por Occidente, veo, en cambio, que en Medio Oriente, mucha gente la aprecia, porque ataca a los fundamentalistas y a Daesh; los demás -la llamada coalición internacional- no han hecho gran cosa. Luego están los kurdos, que también combaten a Daesh, y lo hacen con éxito. Por otra parte, los milicianos de Daesh son muy capaces. ¿Y quiénes son sus instructores? Son los combatientes iraquíes sunitas que, expulsados por el gobierno y la sociedad iraquíes, fueron formados por los norteamericanos, y que ahora se han reciclado en esta lucha contra los chiítas, de la mano de sus amigos fundamentalistas y terroristas. Y lamentablemente son muy capaces". Señala: "Los occidentales están llamados a elegir bien sus objetivos: ante todo, ha de ser garantizada la seguridad y la justicia, y no atacar a cualquier líder. Porque si cambias el jefe, la sociedad permanece igual y el caos toma el viento a favor. Es mejor la dictadura que conocemos, que la dictadura islámica que vemos". "Se necesita luego tener coraje y valentía para decir: la causa de esta guerra tiene un origen más remoto y éste es el fundamentalismo islámico radical apoyado por Arabia Saudita. Nadie jamás osa decirlo. Riad compra las armas a Occidente, tanto para los rebeldes como para Daesh, y con su dinero compra el silencio de Occidente, de Europa y de los EEUU. El ideal de la democracia en Medio Oriente se ha convertido tan sólo en pantalla para cubrir intereses ideológicos y económicos", concluye. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com