El pasado trimestre escribía, a la vista del tremendo golpe que sufría la cuenta del Santander, con una dotación extraordinaria de 1.600 millones de euros (M€) y lo describía como un tremendo escalofrío. La realidad siempre acaba dejando pequeñas las primeras apreciaciones de las grandes catástrofes, como la que estamos viviendo, tanto en el aspecto sanitario, como, por ende, en el económico. Esto es lo que ha ocurrido con las cuentas del Santander correspondientes al primer semestre del ejercicio 2020.

La precitada dotación extraordinaria del primer trimestre se ha quedado pequeña, y la evolución de la situación les ha obligado a un saneamiento contable global de unos 12.600M€ -sí, han leído bien- que le aboca, por primera vez en la historia de la entidad, a presentar un resultado neto atribuible negativo de 10.798M€. Sí, lo han entendido bien: el Santander, primer banco de la eurozona, en números rojos, los peores resultados de toda su historia.

Anoten: provisiones por 12.600 millones de euros. Pero es que el negocio recurrente también está en caída libre

El saneamiento, a grandes rasgos, se distribuye en 10.100M€ por deterioros de fondos de comercio de sus negocios, en especial el del Reino Unido, que, con 6.101M€ de deterioro, constituye el 60,4% del total… y deja en entredicho el verdadero valor de uno de las principales franquicias del Grupo. El resto corresponden a Polonia, Santander Consumer y EEUU. Parece que la pandemia le ha abierto los ojos al valor real de sus negocios fuera de Santander España, o simplemente que nadie les había obligado a reconocerlo hasta ahora.

Los otros 2.500M€ corresponderían a activos fiscales pendientes de compensación de los cuales, debido a la situación actual, no se prevé su recuperación. Para tranquilidad de los clientes de la entidad, que no para los accionistas, estos deterioros no suponen ningún desembolso de efectivo, pero lógicamente afectan al resultado atribuido… que es el que determinaría el cálculo del posible dividendo.

Después de este tsunami, es conveniente también ver cómo afecta a su negocio puramente bancario esta crisis, y que tampoco ha sido su mejor resultado, ya que el margen de intereses desciende un 8,1% con un importante impacto de los tipos de cambio en este descenso. Las comisiones descienden también un 12,4%, siendo una de las partidas del margen más afectada por la crisis, 727M€ menos que en 2019 y es en Europa donde más bajan, un 8%, por el descenso de actividad. Crecimiento en los ROF por 562M€ por ventas de carteras y el impacto positivo de las coberturas de tipos de cambio. Éstas ultimas se compensan en otras partidas de la cuenta.

Para tranquilidad de los clientes de la entidad, que no para los accionistas, el fondo de comercio no supone ningún desembolso de efectivo, pero afecta al dividendo

Mas: peores resultados en ingresos por dividendos (-26,6%) por la suspensión de dividendos de algunas compañías a causa de la crisis y la menor contribución de las compañías del grupo, -441M€ respecto a 2019, el Margen Bruto registra 2.168M€ menos que en 2019, en términos porcentuales -8,9. Con lo que llevamos visto, podía haber sido peor.

Un ligero alivio ha supuesto la reducción, en un 7,6%, de los costes de explotación, donde los gastos de personal son un 10% inferiores a los de 2019, con importantes ahorros en Europa por los adelantos en la integración de plantillas.

Las dotaciones para insolvencias han sido de 7.027M€, 2.714M€ más que en 2019 (+62,9%) y contemplan 1.600M€ del fondo genérico ‘overlay’, en el marco de la crisis COVID-19. No cabe más que confirmar que el aumento es debido a los signos de deterioro que comienzan a registrar las carteras de créditos en todas las áreas geográficas, que arrojan un importante aumento de las perdidas esperadas.

Por áreas geográficas las dotaciones de Brasil de 1.909M€ es la más importante, EEUU con 1.804M€ le sigue y España con 941M€ en la tercera, si bien habrá que ver como se resuelve la moratoria en el pago de cuotas recogida en las medidas económicas de urgencia decretadas por el Gobierno. Europa en su conjunto recoge 2.211M€ de dotaciones.

Ojo y las dotaciones para insolvencias también se disparan. El deterioro de activos parece ser general en todos los bancos. Y eso sí que es grave

El crédito a la clientela, a pesar de la crisis, crece un 2,9% hasta los 958MM€. Los riesgos morosos y dudosos 32.782M€ descienden un 4,8%, con unos fondos constituidos de 23.635M€, un 0,9% más que en 201, el ratio de morosidad es del 3,26% , 0,25 puntos menos y una cobertura del 72%, 4 puntos superior a 2019.

Como es normal los ratios de rentabilidad quedan muy tocados, el ROE de -9,28% en 2019 +7,41%, el mismo ratio respecto al margen ordinario 3,98%, 4,26 inferior a 2019.

Los de solvencia no se han visto afectados, por los ajustes permitidos por el regulador.

Y que dice la entidad, pues insiste en la solidez del negocio, “que van a decir”, reitera los objetivos de rentabilidad y capital manteniendo el retorno entre el 13 y el 15% ya marcado, abonar 0,10€ de dividendo a cuenta con cargo al 2019 y mantener su propósito de recuperar la política de dividendos totales en efectivo para lo que se reserva algunos puntos básicos de capital para poder cumplirlo.

El karma Popular otea sobre sus cabezas, ya que la “compra” debilitó las estructuras del Santander y ahora la crisis les coge con una capacidad de reacción algo mermada.

La pregunta es: ¿las cosas están mal o la Dirección las ha presentado aún peor para distraer la atención? ¿De verdad era éste el momento para manipular el esquivo concepto de fondo de comercio?