Royal Dutch Shell se prepara para hacer frente a un nuevo golpe por la pandemia del coronavirus, pues ha anunciado un recorte de costes e inversiones. Además, ha detenido el plan de recompra de acciones propias (del que ya tenía completado el 62%).

La petrolera angloholandesa baja en bolsa más de un 3% ante las medidas anunciadas en este nuevo lunes negro bursátil, con las que también intenta hacer frente al desplome del precio del petróleo (el barril de Brent, de referencia en Europa, cotiza en torno a los 25 euros), aunque a media mañana se ha dado la vuelta, marcando un alza del 1,3%. “Además de proteger a nuestro personal y clientes en este momento difícil, estamos tomando medidas inmediatas para garantizar la fortaleza financiera y la resistencia de nuestro negocio”, ha explicado Ben van Beurden, CEO de Royal Dutch Shell. “La combinación de una fuerte caída de la demanda de petróleo y un rápido aumento de la oferta es algo único, pero Shell ha resistido la volatilidad del mercado muchas veces en el pasado”, ha añadido.

La compañía quiere reducir sus costes operativos anuales entre 2.700 y 3.700 millones y recortar su gasto de capital por debajo de los 18.600 millones, para reforzar el flujo de caja libre con entre 7.400 y 8.400 millones. Asimismo, ha parado el plan de recompra de acciones propias por valor de 23.346 millones (del que ya había efectuado 14.475 millones) y no ve probable concluirlo antes que acabe 2020. Además, mantiene el compromiso de desinvertir activos por un importe de unos 9.300 millones de euros en función de las condiciones de mercado. Y no hay que olvidar que en 2019, Royal Dutch Shell ganó un 32% menos por el abaratamiento del petróleo y del gas, pero espera que todas estas medidas le ayuden a que 2020 no sea un año tan malo. Veremos...