• Pero es sólo el comienzo, tras el acuerdo firmado con Gas Natural Fenosa hace un año, en diciembre de 2013.
  • El gran rival del gas natural vehicular (GNV) es el gas licuado del petróleo (GLP) -AutoGas-, y que cuenta con el apoyo de Repsol.
  • La mayoría de las marcas apuestan por estas dos tecnologías como alternativas a los combustibles tradicionales.
  • El reto más importante del sector: aumentar el número de gasineras y puntos de recarga.
  • Todo esto sin olvidar al coche eléctrico, que no acaba de despegar en nuestro país.

Las alternativas a la gasolina y al diesel ya están aquí, aunque todavía no pueden competir al mismo nivel. Pero tiempo al tiempo. Todo llegará. En Seat lo saben bien, y hace poco más de un año, en diciembre de 2013, firmaron un acuerdo con Gas Natural Fenosa para el desarrollo de coches propulsados por gas natural vehicular (GNV).

Para los que no conozcan la materia, el GNV se suministra de dos maneras: como gas natural comprimido (GNC), destinado principalmente a vehículos ligeros y furgonetas, o como gas natural licuado (GNL), empleado para camiones de largo recorrido.

Hecha la aclaración, volvamos a Seat y a su todavía joven proyecto que, no obstante, ya ha obtenido los primeros resultados: durante 2014, la marca fabricó un total de 3.926 vehículos de GNC, 1.914 modelos Mii, 1.612 unidades del Leon 5P y, desde mediados de mayo, 400 coches del Leon ST. De ellos, la marca vendió 3.493 en Europa, aunque en España sólo llegó a comercializar 93 (22 Mii y 71 Leon 5P).

Además de Seat, la marca Skoda -también del grupo Volkswagen-, fabrica un modelo Octavia propulsado por GNC. Pero hay otras, como por ejemplo, Fiat y Mercedes-Benz, que también apuestan por esta tecnología. Los primeros con el Punto y los segundos con vehículos de la clase B y E.

El gran rival del GNV es el AutoGas, esto es, el gas licuado del petróleo (GLP), desarrollado por Repsol. Marcas como Fiat, Opel, Dacia, Renault o Suzuki, han firmado acuerdos estratégicos con la petrolera para impulsar la venta de vehículos propulsados por GLP.

Como se ve, la mayoría de los fabricantes apuestan por el gas -tanto por el GNV como por el GLP- como alternativa a los combustibles tradicionales. El andar, en todo caso, sigue siendo lento. Y parte de culpa lo tiene el establecimiento de gasineras y puntos de recarga, verdadero reto del sector, sobre todo en España, donde la situación sigue estando por detrás del resto de Europa.

Para que se hagan una idea, actualmente existen 38 estaciones de carga de GNV en España (más otra cinco que abrirán próximamente), de las que 22 están gestionadas por Gas Natural Fenosa. Los puntos de carga de AutoGas están más extendidos, gracias, sobre todo, a Repsol: hay más de 400 en España, de los que 300 son de la petrolera. Se espera que a finales de este año existan 1.000 puntos de reportaje en nuestro país.

En todo esto llama la atención la apuesta de las marcas por el gas -en sus dos versiones-, frente al coche eléctrico, aunque es éste último el que acapara más portadas. Sin olvidar las ayudas públicas directas - adicionales al Plan Pive- para la compra de estos vehículos.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com