Francisco Javier García Sanz llegó a la Presidencia del Consejo de Administración de Seat en junio de 2007. Mucho ha llovido desde entonces, dieselgate incluido. Precisamente, fue durante la vorágine de ese escándalo que puso entre las cuerdas al grupo entero (2015) cuando fue reelegido por otro cinco años. No ha llegado al final del mandato.

La confianza de los alemanes en este español, amigo del Rey Juan Carlos y de Florentino Pérez, era máxima. Tanto que fue el encargado de negociar las sanciones del escándalo de las emisiones en Estados Unidos que, al parecer, han concluido de manera razonablemente satisfactoria para la multinacional.

La salida de García Sanz, que en abril abandonó la Vicepresidencia mundial de Compras del grupo Volkswagen, deja la representación española en el consejo de Seat bajo mínimos, con Josep Piqué y el secretario, Luis Comas, como únicos representantes. Herbert Diess sustituye a García Sanz en el consejo que, además, incorpora a Hiltrud Werner en sustitución de Karlheinz Blessing. Así las cosas, además de los mencionados, el consejo de administración de Seat queda compuesto por Ingrun-Ulla Bartölke, Oliver Blume, Luca de Meo, Bernd Osterloch, Stefan Piëch y Mark Philipp Porsche. Todo muy español.

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