El actual presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, de carácter centrífugo, ha dicho que quiere cambiar el nombre actual de su país porque tiene connotaciones con su pasado español y cristiano y porque discrimina a la comunidad musulmana: “No tengo un nombre particular todavía, pero me gustaría cambiarlo porque se debe al rey Felipe de España”.

El archipiélago fue nombrado así en 1543 en honor al entonces futuro rey de España Felipe II. Duterte tiene la intención de rebautizar el país como Maharlika, un término malayo prehispánico.

Duterte tiene la intención de rebautizar el país como Maharlika, un término malayo prehispánico

Duterte ha dicho: “Ha pasado ya mucho tiempo. Hay muchos otros nombres. En Mindanao o Luzón no queda islam, fuimos convertidos brutalmente. Mataron (los españoles) a todo aquel que no quería ser cristiano”.

Cabe recordar que la actual Constitución de Filipinas, que data de 1987, incluye la posibilidad de cambiar el nombre del país. Eso sí, con dos condiciones: si el Congreso se pone de acuerdo y si luego se ratifica en un referéndum por una mayoría de la población.

Lo que no se le ha ocurrido todavía a don Rodrigo es cambiar su propio nombre, que también debe tener connotaciones históricas ‘colonialistas’…