El AVE La Meca-Medina se inaugurará este martes, un año y medio después de lo previsto inicialmente, con un margen muy reducido a pesar de ser un mega proyecto valorado en unos 6.736 millones de euros, y con chantaje por parte de las autoridades de Arabia, encabezadas por el rey Salmán bin Abdulaziz.

Aunque el corte de la cinta se produzca el martes 25 de septiembre, la puesta en marcha real no se realizará hasta la semana que viene, según Voz Pópuli, hasta el jueves 4 de octubre. En cualquier caso, los primeros trenes circularán a una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora. Habrá que esperar hasta septiembre de 2019 para verlos ‘volar’ por el desierto a 300 kilómetros por hora.

Un proyecto difícil de llevar a cabo por los obstáculos que presentaban las autoridades de Arabia Saudí

Ha sido muy complejo llevar a cabo el proyecto y no solo por las características propias del terreno y del clima, sino también por las dificultades que han presentado las autoridades de Arabia Saudí. Así, a los retrasos ya conocidos de la construcción de la plataforma de la línea, encomendada a empresas chinas, se unen los ocasionados por las autoridades locales. Hablamos, por ejemplo, de la construcción de la estación de Jeddah, inasequible para todos los ‘infieles’.

Me dirán que la estación estaba encomendada a una empresa local y es cierto, pero también lo es el hecho de que los ingenieros eran españoles, es decir, ‘infieles’ que no podían entrar en terreno musulmán hasta que no se les otorgara un permiso especial que se demoraba durante días. Por supuesto, ni una biblia, ni un crucifijo ni nada parecido. A los católicos no se les ha dejado practicar ni enseñar su fe.

Ningún miembro del Gobierno Sánchez acudirá a la inauguración

Margen mínimo, retrasos… y chantaje. Las autoridades saudíes ya han mostrado de lo que son capaces, por ejemplo, cuando no quieres venderles armas -hablamos de armas progresistas, que no matan, claro está-. Porque en el AVE a la Meca han participado, sobre todo, empresas españolas (Renfe, Adif, Ineco, OHL, Cobra (ACS), Talgo, Indra, Copasa, Consultrans, Dimetronic, Imathia e Inabensa), como también lo es FCC, que está ultimando el metro de Riad.

Por cierto, ningún miembro del Gobierno Sánchez acudirá a la inauguración. Tampoco el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que estará en Granada. España estará representada por el embajador en el país, Álvaro Iranzo Gutiérrez, y por el presidente del consorcio constructor, Jorge Segrelles.