Una búsqueda todavía infructuosa, una causa judicial que aún no tiene imputados y la espera de los familiares de los 44 tripulantes que aguardan por la verdad constituyen el panorama actual de la desaparición del submarino ARA San Juan de la Armada Argentina, perdido desde hace un año, informa La Nueva.

"Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barra de baterías. Baterías de proa fuera de servicio al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal. Mantendré informado", comunicó el comandante del ARA San Juan, el capitán de fragata Pedro Martínez Fernández a las 7:30 del 15 de noviembre de 2017. Esa fue la última comunicación que se produjo desde el submarino con la base naval de Mar del Plata, cuando la nave se encontraba a 432 kilómetros de la costa patagónica, a la altura del Golfo San Jorge.

Unas 4.000 personas de 18 países en 28 buques y 9 aeronaves participaron en el esfuerzo por encontrar el navío, pero esa ayuda internacional se fue apagando hasta que, el 2 de abril de 2018, se retiró el último buque no argentino.

Unas 4.000 personas de 18 países en 28 buques y 9 aeronaves participaron en el esfuerzo por encontrar el navío

Un año entero sin ningún avance, sin ninguna certeza. No se sabe qué motivó la explosión, no se sabe dónde están, no se sabe tampoco qué hacía uno de los tres viejos submarinos argentinos dando vueltas por aguas nacionales sin ninguna amenaza externa y en tiempos de paz. No se sabe si se podrá localizar en unos meses, en años o nunca. "Es un arma de guerra, un submarino, está diseñado para no ser encontrado", recordaba esta semana el ministro de Defensa, Oscar Aguad, recoge El Mundo.  

El operativo para la búsqueda del submarino está, actualmente, a cargo de la empresa estadounidense Ocean Infinity, contratada por el Gobierno argentino.

El Ministerio de Defensa negocia con la empresa una continuidad de la búsqueda que podría comenzar en febrero y extenderse hasta abril

Las tareas son realizadas por el buque Seabed Constructor, equipado con alta tecnología con la que son operados cinco pequeños sumergibles denominados AUV (autonomous underwater vehicle) que se desplazan bajo el agua sin necesidad de ser manejados por un operador a bordo y que durante 60 días rastrearon el área en la cual el ARA San Juan se comunicó por última vez.

En los próximos días, el buque se retirará a Sudáfrica para que le efectúan reparaciones que ya estaban programadas, y el Ministerio de Defensa negocia con la empresa una continuidad de la búsqueda que podría comenzar en febrero y extenderse hasta abril.