El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ignorado el parón de ventas de vehículos, negando la mayor en el Congreso, pero tiene motivos para preocuparse: sector pasa del freno a la caída, como muestran los datos de matriculaciones en enero, según los fabricantes (Anfac), con un retroceso del 8%, hasta 93.546 unidades.

Mal arranque de año, por tanto, que sigue a las malas vibraciones desde mediados de 2018, aunque el saldo anual fue un aumento del 7%. Los cinco meses a la baja, de hecho, no se veían desde los años de la crisis.

La caída se concentra en el canal de particulares, con un descenso del 9,6% (a 47.244 unidades), debido a dos causas: la incertidumbre generada en los clientes potenciales, entre prohibiciones, restricciones y guerra contra el diésel, y las perspectivas económicas negativas.

Las empresas no compensan el retroceso de matriculaciones de los particulares, el principal canal de ventas

Pero Sánchez rechazó un parón en las ventas, en contra de la evidencia, que ratifican ahora los nuevos datos, que afectan también a los canales de venta de las empresas y el alquiler. El primero retrocede un 5,5%, hasta 31.374 unidades, y el segundo, un 8%, hasta las 14.928.

Las entregas de vehículos comerciales ligeros, sin embargo, han subido un 8%, hasta 17.374 unidades, mientras que los vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses, un 10%, a 2.836.

De cara al año, el sector prevé un estancamiento de las ventas, mientras las empresas no están compensando, al menos de momento, la caída del principal canal de ventas, el de particulares.