De casta le viene al galgo. María Chivite, que ya acaricia la presidencia de la Comunidad Foral de Navarra, gracias a su pacto con Geroa Bai (casi PNV) y con los proetarras de Bildu (casi ETA), es sobrina de Carlos Chivite, que también liderara el PSOE en Navarra y que en 2007 pactó con Nafarroa Bai y con los comunistas abertzales de IU en Navarra. Para ser de Cintruénigo no está mal.

Pedro Sánchez es un ególatra vacío de ideas y lleno de tópicos, cuya única ideología es la cristofobia y su único objetivo permanecer

Ahora, su sobrina ha pactado por Geroa Bai y ha dado entrada a los proetarras en la mesa del Parlamento de Navarra… a cambio de que Bildu y PNV-Geroa Bai, no otros, le otorguen la Presidencia de la Comunidad Foral. Así, los proetarras han colocado en la mesa del Parlamento foral al centrífugo Maiorga Ramírez. Eso sí, por la vía de la abstención, para que no parezca lo que sí es.

Nada de lo que extrañarse. María Chivite es el prototipo de político progre-navarro que está dispuesto a saciar su ambición a costa de lo que sea… y gracias a los cuales el territorio foral se euskaldiniza por meses.

El carrerón del PNV: traicionó a Rajoy y ahora controla al PSOE… y le traicionará

Dice alguna prensa madrileña que Sánchez se ha visto “obligado” a ceder ante Chivite y traicionar a Navarra. ¡Anda ya! Pedro Sánchez está feliz de no tener que contar para su investidura como presidente con los dos votos de Navarra Suma, a cambio obtener los seis del Partido Nacionalista Vasco (PNV).

Hace mal. El PNV es el partido de la traición. Traicionó a Mariano Rajoy y ahora controla al PSOE… hasta que el PSOE deje de serle útil. A Rajoy le sacó la renovación de cupo y concierto y luego le tiró en la moción de censura. Ahora, a Sánchez le utiliza para absorber a Navarra en Euskadi y para mantener su privilegiado estatus en Madrid. Cuando deje de servirle, le dejará tan tirado como dejó a Rajoy. Al PNV, como hacia Joaquín Garrigues con Paco Fernández Ordóñez, hay que preguntarle cada día:

-Paco, ¿Cuántas veces me has traicionado hoy?

Pero el principal problema sigue siendo la ¿fracasada? Operación Valls, ahora operación Macron: el social-liberalismo masónico

En resumen, Sánchez regala Navarra a Euskadi a cambio de sus seis votos en el Congreso para la investidura presidencial. Y María Chivite para ser presidenta de la Diputación Foral con 11 parlamentarios sobre 50. Es decir, con poco más de la quinta parte de los votos. De casta le viene al galgo.

Ahora bien, aún más grave que Navarra acabe en manos euskaldunas es el nuevo sistema político que la masonería internacional quiere instalar en España bajo la figura del socialismo-liberal, una contradicción ‘in terminis’ con la que el Nuevo Orden Mundial (NOM), ahora ya no está representado en España por el fracasado Manuel Valls, sino por el también fracasado (sólo que en España no lo sabemos) Emmanuel Macron, quien pretende instaurar en esta provincia francesa la nueva Restauración: o alternancia de poder entre un progre de centro-izquierda, Pedro Sánchez, y un progre de centro-derecha, Albert Rivera, y con un único objetivo, el de todo progresismo: marginar al cristianismo y a los católicos de la política y la vida pública españolas.

Lo que, traducido a la política interna español significa que Pedro Sánchez tiene que contentar, no a Podemos, al que no le queda otro remedio que sentirse ‘contentado’, sino a Ciudadanos y al PNV, a un tiempo. A Ciudadanos porque es un partido masónico y, por tanto, centralista; al PNV porque es un independentismo progre pero no quiere saber nada con el centralista Albert Rivera.

Podemos, en contra lo que se repite en los medios y de las baladronadas de Irene montero y Pablo Iglesias, es un comodín. Podemos, con Unidas delante, se ha convertido en una anécdota, en un peón del tablero que puede ser sacrificado y que tampoco tiene otra posibilidad que la de aguantarse con las migajas o de optar por su catalanización. Es decir, que Ada Colau sustituya a la pareja marital y política Iglesias-Montero. Lo cual, por otra parte, resultaría muy divertido.

Pero el problema de España continúa siendo Pedro Sánchez: un ególatra vacío de ideas y lleno de tópicos feministas y ecologistas, cuya única ideología firme es su cristofobia y su único objetivo permanecer en Moncloa el mayor tiempo posible y a cualquier precio. El resto son fruslerías. Incluidas políticas traidoras como María Chivite o partidos traidores, como el PNV.