Pedro Sánchez es el nuevo José Luis Rodríguez Zapatero. El déficit público se ha disparado… pero ahora tiene una excusa: el coronavirus y sus efectos. Y una vez más, la forma de dar a conocer las cifras es una amalgama de datos, algo en lo que indirectamente le ayudan los titulares de Hacienda y de Seguridad Social, María Jesús Montero y José Luis Escrivá, respectivamente.

El desvío de las Administraciones Públicas (sin entidades locales) ha pasado del 0,31% del PIB al 0,77% en el primer trimestre. En concreto, el del Estado fue del 0,58% (6.467 millones); el de comunidades autónomas, del 0,15% (1.703 millones); y el de los fondos de la Seguridad Social, del 0,04% (466 millones).

Las malas noticias llegan con más fuerza en los datos de abril: el déficit del Estado ha subido un 1,16% respecto al mismo mes de hace un año, hasta el 1,78% del PIB. Esto suponen nada más y nada menos que 19.929 millones por las medidas de protección social o la actualización de las entregas a cuenta. Se debe al descenso de los ingresos en un 6,7% debido a la caída de la actividad de las empresas y al menor consumo, al tiempo que los gastos se han disparado un 11,75%.

Eso sí, el Gobierno presume de que la Seguridad Social ha registrado un saldo positivo de 1.060,86 millones en el cuarto mes.

¿Y si no fue le coronavirus sino su confinamiento, el de Pedro Sánchez?

Sólo por sospechar, ¿se comunica un déficit público tan desastroso un viernes por la tarde?