• La distancia entre los dos gigantes crece, indefectiblemente a favor de la multinacional americana.
  • La surcoreana espera 'arañar' el éxito del iPhone 6 con su nuevo teléfono inteligente, el Galaxy S6.
  • Los resultados de Samsung en el primer trimestre detienen la caída de libre de sus resultados: repunta el beneficio operativo.
  • Pero tiene por delante recuperar el terreno perdido en su mercado más próximo, China, donde Apple se ha consolidado.

La multinacional surcoreana Samsung cerró el año pasado con un beneficio de 25.603 millones de euros, un 23,3 menos que en 2013, mientras que los beneficios de la americana Apple, sólo en el último trimestre de 2014, superaron los 16.400 millones de euros. Las dos empresas se miraban a la cara hace unos años, pero el giro de la compañía californiana, gracias sobre todo al iPhone y sus ventas en China, la han colocado en un indiscutible primer puesto. Paradójicamente, el ritmo meteórico se Apple ha coincidido con la creciente debilidad de Samsung, que pierde peso tanto en China como en el lucrativo mercado de los dispositivos inteligentes. Los resultados de 2014 marcaron un punto de inflexión: era la primera vez desde 2011 que recortaba beneficios.

La surcoreana ha anunciado este martes sus resultados del primer trimestre, que corrigen en parte la curva descendente de los tres últimos, y la multinacional se muestra más optimista en sus previsiones por el lanzamiento de su nuevo teléfono inteligente, el Galaxy S6, que sale a la venta este viernes. El beneficio operativo ha sumado 4.950 millones de euros. Mejora un 11,53% respecto al trimestre anterior, pero desciende un 30,51% en términos interanuales.

La corrección es interpretada por los analistas como el comienzo de una remontada, tras haber tocado fondo en 2014. También confían en otras prestaciones del nuevo Galaxy S6, como la recarga inalámbrica de batería, el sistema de pagos móviles Samsung Pay o pantalla curva. La compañía espera corregir así también el rumbo de las ventas, que han alcanzado en el trimestre 39.400 millones de euros, que representa una caída anual 12,44% y del 10,87% respecto a octubre-diciembre.

Con todo, la realidad una distancia cada vez más creciente entre los dos gigantes. Las comparaciones son odiosas, pero Apple ha alcanzado ya el beneficio de la petrolera ExxonMobil y tiene una liquidez de más de 130.000 millones de euros, con la que podría comprar de un plumazo lo que se le ponga por delante. Se ha dicho ya, pero el dato es elocuente: ese dinero equivale a casi la mitad de la deuda griega.

La multinacional que dirige Tim Cook se ha aprovechado para crecer, a partes iguales, del iPhone (el 6 es su último producto de éxito) y de China. Y es en esos dos aspectos, donde ha ganado a Samsung. El iPhone 6 eclipsó de hecho al Samsung S5, lo cual a su vez influyó en el declive de la coreana en 2014.

Paralelamente, el teléfono inteligente de Apple, que ya aporta la mitad de su facturación, ha tenido un éxito de quilates en China, donde ya vende más que Europa y se quedó a poco de superar, en el último trimestre, las ventas en su mercado más natural, Estados Unidos (fue el único pinchazo en las previsiones de los analistas). La situación  de Samsung en China es muy distinta: se ha debilitado, no sólo en la alta gama, sino también en los segmentos medio y bajo, en los que le han comido terreno los fabricantes chinos Huawei y Xiaomi.

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com